No comencé esta producción francesa demasiado convencida, pero lo cierto es que se ha ganado un huequito en mi corazón. La mezcla siempre coherente de serie policíaca, naturaleza, mitología e historia se desarrolla en un plano ligero, oscuro aunque sencillo y con personajes que fomentan la empatía. La muestra de una relación homosexual abierta y explícita consigue un punto a favor. Tiene su toque justo de emocionalidad y acción, y los personajes están bastante elaborados. Gratamente sorprendida.

Esta película me recuerda a cuando un estudiante de cine rico sale de la universidad y su padre mueve hilos, participa en dos o tres proyectos y ya se cree que es un gran director y puede "homenajear" a otros grandes del cine y hacerlo increíblemente bien. Película prepotente, con guión absurdo, lenta y aburrida. Los desnudos innecesarios, las escenas de sexo y la obsesión por las partes corporales de la mujer rozan lo patético. A la mitad la tuve que quitar . Realmente, amando este tipo de cine, no entiendo las críticas positivas. Además de todo esto, Andrew Garfield es una elección tan pésima como decidir echar paté en un yogur.

Reconozco que no esperaba demasiado de lo que a priori parece una americanada comercial más. Sin embargo, aunque a veces ligeramente monótona y estática, la película es bastante mejor de lo que en un principio podría parecer. Una película divertida sin más para pasar una tarde de domingo entretenida sin comerse demasiado la cabeza.

Esta película nos muestra la complicada vida de un adolescente homosexual al que obligan a asistir a una especie de campamento cristiano para revertir su condición. Durante toda la película se nos hace partícipes de la angustia del joven dentro de ese centro y de su dualidad emocional al pensar que no hace nada malo aunque su tradicional educación le lleva a creer que el amor gay es una enfermedad en ciertos momentos. Un gran punto a su favor es que muestra las relaciones homosexuales con amor y delicadeza en vez de caer en el tópico absurdo del sexo y la lujuria. Los pelos de punta al pensar cuántos hombres han tenido que pasar por el mismo trago. En resumen, una gran película.

Típica serie que con el paso de los capítulos empieza a crearte afecto hacia los personajes y las historias de su vida. La relación enfermiza entre madre e hijo a veces resulta algo absurda y tediosa, pero creo que el director consigue crear la atmósfera que desea en torno a los protagonistas. Mi nota baja por la última temporada que es completamente innecesaria y forzada, pero en general hablamos de una serie aceptable, ciertamente oscura y elaborada, tanto en trama como en personajes.