Cuando vi por primera vez en la Fox anunciada esta serie sabía que no me iba a defraudar. Y no lo hizo. Día tras día yo esperaba por dos nuevos capítulos de esta sorprendente serie. La mayor parte del encanto que encierra es gracias a las magníficas interpretacion de Wentworth Miller (del que no conocía de su existencia y que me convenció desde un primer momento) y Dominic Purcell (que ya trabaja en la serie "John Doe" con buenos resultados). La fluidez del argumento, la intriga, y el realismo son alicientes para disfrutar con esta serie, pero sin ninguna duda he de hacer mención de los impresionantes giros del guión, porque las sorpresas suceden a un ritmo constante y rápido. Es una serie que te llega dentro y te hace sentir la historia... sigo a esperas de que no se cumpla lo de "segundas partes nunca fueron buenas" en este caso.

Dos historias de dos hombres. Por una parte el Ray que todos conocían en un principio: el artista ciego de color que se hizo a sí mismo y el adicto, el personaje que daba rienda suelta a sus deseos para evadirse de su realidad. Intensa la historia y excepcional la actuación de Jamie Foxx; su magistral interpretacion de los éxitos de Ray es otro de los muchos alicientes para disfrutar con esta película.

Cuatro minutos, perturbadores como poco. A través de una autolesión, un pueblo consigue ser feliz. No sé ni qué nota ponerle, ni qué pretenden comunicar, ni qué pensarían los autores cuando se les ocurrió esto. Si no tuviéramos boca, ¿haríamos algo así? ¿Es una distopía? ¿Y el toque masoquista? ¿Muchas lecturas o una ida de olla? Inclasificable.