Intenso drama sicológico. Buenas actuaciones en general, serenas y reposadas, sobretodo del reparto femenino. James Franco, inexpresivo. El paso del tiempo en el relato es casi imperceptible, y queda registrado especialmente en los actores infantiles. Lenta más no aburrida: evidente que no se trata de un Rápido y furioso. Prefiero al Wim Wenders de Historias de Lisboa o El cielo sobre Berlín

Descubre con habilidad la vida personal del artista, más allá de la parafernalia mediática. M.Jackson se ve honesto, sincero, ingenuo y frágil frente a su entrevistador. Queda claro que dormía con niños, porque él mismo lo reveló, pero no que incurriera en actos de pedofilia. Y son cosas bien distintas

Desde las primeras imágenes esta historia atrapa al espectador con un relato intenso, contado con realismo casi documental, lleno de rabia y desesperanza. La vida de un puñado de jóvenes estudiantes de secundaria en uno de los barrios más pobres de Bogotá .La precariedad económíca y ética, y la violencia tal y como sucede en las profundidades de la capital colombiana, donde grupos armados de "limpieza social" se creen con el derecho a exterminar a la gente.a su antojo. Una realidad dura, donde no hay futuro ni sueños. La debilidad del filme son algunas actuaciones, que resultan desiguales.

Tiene el encanto de las cosas verdaderamente auténticas. El guión pareciera que se fue estructurando a medida que se filmaba y que aparecían variantes de la historia, y sin embargo su narrativa es muy clara. Su director es un turista húngaro de bajo presupuesto (mochilero se le llama en Colombia) que se tropieza en Bogotá con la historia de un coterráneo que merece ser contada, y sin formación previa ni nada decide hacer esta crónica documental.

Impresiona positivamente el atrevimiento de sus realizadores de tocar un tema tan sacralizado y legitimado por las grandes corporaciones como es el poder de los mercados. Gran capacidad de análisis y un punto de vista muy claro. Extraordinario su narrativa y lenguaje audiovisual. Sin duda es el mejor documental que he visto en mi vida, y he visto muchos. Todo eso se entiende si se tiene encuenta la nacionalidad de Erik Gandino, su director. ¡Gracias por esa obra maestra que fortalece un género sin mucha taquilla!