Ahora que lo post-apocalíptico causa tanto interés es un verdadero placer disfrutar de un poco de cine divertido sin sufrir traumas. Aquí tenemos amor joven, casi adolescente, monstruos feroces y asquerosos, comunidades de supervivientes y algún que otro topicazo, pero todo funciona perfectamente gracias a las nulas pretensiones existentes.

Esta película es una oda a la conservación de la humanidad. Las comunidades de supervivientes son sencillas, realistas y pobladas por gente normal. Han sufrido el apocalipsis pero no sienten deseos de degollarse mutuamente durante todo el metraje, como ocurre en el 99% de todas las producciones de cine y TV del género y que, simplemente, aburre, pues cada cambio es una vuelta de tuerca a la maldad y mezquindad humana sin límite ni cota. No hay nada de esto aquí; ver cómo se ayudan o simplemente se ignoran es un soplo de aire fresco.

El resto es una historia de amor ligeramente más estúpida de lo habitual y efectos bastante decentes. Ideal para disfrutar del estado de alarma con patatas preferiblemente de churrería y un par de combinados de ginebra.

Totalmente ajeno a Idhún y su entorno, me he encontrado con que de repente todo el mundo ha empezado a hablar de una serie de cinco episodios "anime" (!). Imposible resistirse. Después de verla de una sentada, hay que lamentar otra oportunidad perdida.

Cinco episodios donde no se explica nada. Da la impresión de que requiere la lectura previa de los famosos libros, aunque en realidad el argumento es el de siempre cien mil veces narrado. Ninguna sorpresa aquí. La introducción del mundo y sus características, así como los personajes y sus motivaciones (que también hay que sacarlas del manual) podrían haber dado lugar a una disfrutable primera temporada de 20 episodios. Todo pasa muy rápido, arañando la superficie y al final del quinto episodio te preguntas si es que el presupuesto se terminó antes de producir el tercero.

El doblaje me ha llamado la atención, porque me suena bastante cutre. Plano y elemental. No me esperaba algo así en una serie patria, la verdad. Después de navegar un rato me he dado cuenta de que hay bastante polémica porque se cambiaron los actores en el último momento por gente muy joven que no conozco pero se supone que son famosos o algo así.

Luces y sobras. El arte es curioso; anime occidentalizado. Funciona bien, pero la animación es irregular: la de los personajes secundarios y de relleno se queda muy atrás. La ambientación y fondos son detallados, cuidados y agradables.

Es un buen producto inacabado. Esperaremos con esperanza a la segunda temporada.