Reflexiones acerca de la película:

Puede ser la película de mi vida, así de claro. Es toda en si, una obra maestra. Habla del absurdo de la vida, de la condición humana, de los miedos, de las costumbres, de la lealtad, del engaño a si mismo, del mundo que nos ha tocado vivir.

Las interpretaciones son algo asombroso, no hay cámara, no existe, cualquier plano perfectamente encuadrado es derrotado por los ojos, los gestos, la voz, la entonación del personaje. No hay personajes, hay vidas, hay personas.

Dante es el eje de la película. Eusebio Poncela hace el papel de su vida, y uno de los papeles de la historia del cine. cada gesto, cada entonación es gloriosa, al servicio de la naturalidad de un hombre que ha perdido toda venda que limitase su visión ante la vida, todo prejuicio, todo miedo. Porque él ya sabe lo que es el miedo y lo mira a la cara y dice: aquí estoy. No quiere vivir una farsa, no quiere engañarse, quiere ser un príncipe del espíritu libre en un absurdo y desconocido universo.

Martín padre es el esfuerzo de traicionarse ante la verdad implacable. Sabe demasiado, lo ha visto, sabe de su voracidad inexorable, y sobre todo sabe que no hay salida, que todo camino conduce a otro camino. Dentro del laberinto se sacrifica a no levantar la vista y se lleva por delante todo cuanto toca, se tropieza constantemente.

Alicia es el mueble del tropiezo, ese que Martín cree que le cambian cuando cierra los ojos. Ella es todo corazón, y como tal, depende de vida que lo haga latir. Su interpretación, como la de Luppi y Poncela, es de otra galaxia. Su llanto traspasa la pantalla, su mirada al vacío, su mirada penetrante. Alicia es extraordinaria, no le importa vivir en un mundo banal, absurdo, irracional. Se conforma con poco, se conforma con amar y ser amada. ¿Poco? Martín es el claro ejemplo de como las personas somos expertas en hacernos insoportable todavía más, si cabe, la existencia.

(hache) es la adolescencia, el no saber que nos rodea, la sospecha continua, el aprendizaje de quien puede aprender (Dante, pero también Alicia y Martín). (hache) no sabe que quiere ser, no entiende el mundo, no entiende las costumbres, ha descubierto el absurdo demasiado pronto. Su padre trata de remediarlo, pero ya es tarde, Dante lo sabe. Cuando cae el telón...