40 MINUTOS DE UNA HISTORIA INTERMINABLE

Adelanto que comunicaré mi punto de vista esgrimiendo mi criterio como yo mismo exijo las críticas, sin pelos en la lengua ni medias tintas. No quisiera ser osado, pretencioso o poco prudente en la valoración general sobre la película, así que valoro y critico el tiempo que he podido visualizar... para mí, más que suficiente.
El inconveniente de la mala grabación y sonido no me ha creado ninguna lamentación, porque no he querido ver más que 40 de los 140 minutazos de ese despropósito “artístico”. La película se inicia con un ritmo vertiginoso pero sin ingenio o brillantez sino pasado de vueltas, sobre todo cuando visualizo al típico protagonista “super héroe”, rambito hormonado, que atesora únicamente él, la grandísima virtud del don de puntería y sus enemigos todo lo contrario, el don del antihéroe chabacano, exponiendo sus cuerpos en formato kamikaze para que el marine de turno les dispare con asombroso atino y ya de paso hacernos un favor a todos y acabar con su puta vida, (lamentable). No me voy a extender mucho más. El "prota" no es Marlon Brando, yo diría que se puede acercar a otro titán de la interpretación, por ejemplo al atorrante Jean Claude Van Damme. Lo que he podido apreciar sobre sus dotes escénicas me parece que está a la altura de los 40 minutos que he podido soportar. El argumento de la peli me ha provocado literalmente mofa, resultando éste infantil, una desvirtualidad del ingenio, "mucho lirili pero poco lerele", (balas o munición disparadas desde la máquina del tiempo, con carácter retroactivo cuando al parecer esto puede desembocar en la tercera guerra mundial, mostrando furor a un problema armamentístico, como si la tercera guerra mundial fuese tan improbable de atisbar, (si no estamos ya viviendo en ella con otros conceptos quizá más importantes como la inclinación social tan abominable en la que vivimos o la deleznable constitución de las grandes potencias gubernamentales). En fin, no se que genero cinematográfico puede encajar con esto: ficción, acción, landismo, ¿el ciclo español del destape? Más bien una inclasificable creación de celuloide malgastado, un derroche inútil de pasta gansa, ya que ni los efectos visuales del aparente formato “superproducción” lucen, visten a la mona de seda y camuflan las carencias de esta mula zopenca. La banda sonora o sonido escénico da la sensación de haber sido ejecutado por un disc jockey mamado o hasta arriba de éxtasis. Sobre el guion no haré mucha carnaza porque podría escribir yo otro basado en descalificativos muy apropiados.
Y hasta aquí mi pérdida de tiempo.
Por último cabe destacar, que en este caso y con total excepción he cotejado algunas críticas sobre esta deposición estercolera, para volver a ratificar mi reticencia a no leer críticas, ya que al parecer en estas se observa de manera generalizada que un director de cine como el señor Nolan, alberga conspicuidad perpetua por algún trabajo digno, como si eso le salvase de por vida de crear (por ejemplo) la ignominiosa desvirgada y autoinmolación que él mismo a ejecutado para darse el gusto en su propio foramen trasero.