El alma de los seres es su perfume. Tanto llegó a creerse esto Jean-Baptiste Grenouille que se convirtió sin quererlo en unos de los asesinos más abominables del s. XVIII.
El perfume, historia de un asesino, a mí personalmente este subtítulo tan original me provoca una risa incontrolable, narra la apasionante, penosa y aterradora historia de un humilde aspirante a perfumista, Jean-Baptiste Grenouille, que casualmente conoce a unos de los perfumistas más famosos y exitosos del país, Giuseppe Baldini. Éste queda rápidamente fascinado por el desvalorado talento del muchacho, que se mueve por el efímero mundo de los olores como Pedro por su casa. Baldini llevaba tiempo detrás de la fórmula exacta de "Amor insique", el perfume que estaba causando furor entonces y haciendo rico a su inventor. Tras la visita de Jean-Baptiste a su casa, se da cuenta de que Baldini buscaba los ingredientes exactos de la fragancia y le asegura que él, pese a creer que no era aquel un buen perfume, no sólo podría hallar sus componentes exactos sino idear uno nuevo y mejor perfume que hiciera rico a Baldini. Así es como el joven talentoso empieza a trabajar para el perfumista con la esperanza de que éste le enseñara a capturar los olores y poder llevar a cabo el deseo obsesivo que siempre le había perseguido: elaborar un perfume original a partir de la esencia femenina.
Del director de películas como "Paris, je t'aime", "Heaven" o "La princesa y el guerrero", nos llega esta apasionante y al mismo tempo desconcertante película basada en el exquisito best-seller de Patrick Süskind, una novela que en su tiempo obtuvo un gran éxito de ventas más que nada por la genialidad y originalidad de sus personajes y su historia, y en parte también por el hedoso, grimoso y casi repulsivo perfil psicológico de su protagonista. Y es que parece que en su adaptación cinematográfica el carácter de Jean-Baptiste Grenouille ha sufrido una significante transformación, cuando en la novela su personaje no producía otra cosa que asco y repulsión. Contrariamente, en la película incluso el espectador logra un mínimo acercamiento pasional y comprensivo con el asesino, por lo que al fin, no lo odia tanto. Posiblemente sea esta una de las grandes diferencias entre novela y película, la humanización de Jean-Baptiste. La mayoría son bastante acertadas, y ni mejores ni peores que en la novela, sino, simplemente, de distintos enfoques para distintas presentaciones de la historia. Y dividiendo ciertas cualidades debo decir que muchos elementos sacados de la manga en la película me gustaron más que otros de la novela, y al revés. Me quedo con los dos, película y libro, que juntos ganan más que por sí solos y sin duda juntos resultan una de las historias más cautivadoras, brillantes y encantadoras que jamás me han contado.

Si hay algo que destacar de esta película sin duda es la originalidad de su guión. No se trata del típico amor a primera vista entre los amantes, ni un amor imposible por parte de sus familias, tal como se acostumbra a poner como pretexto en este tipo de historias.
La película da mil rodeos antes de centrarse en la relación de los dos protagonistas, pero no por esto el amor de los personajes es menos apasionado por su tardía, ni la historia más lenta o aburrida. Me atrevería a decir incluso, que resulta más gratificante, al menos para mí, una historia de amor donde los personajes no se amaron desde el principio que de los que se amaron desde siempre y locamente.

Por otra parte, la dirección es impecable, impresionante cómo se nos presenta a tantos personajes en tan poco tiempo y cómo se reducen las 544 páginas de la novela en 127 minutos de metraje. El manejo de la cámara consigue que, lo que quizá a manos de otro director se convertiría en un tedio rodeo para presentar a dos personajes, los magníficos diálogos y brillantes actuaciones de sus actores hacen que el nudo de la historia resulte francamente interesante y entretenido, para luego terminar con una inmejorable culminación en su desenlace.
Una de esas películas que lamentas que termine.

Imagino que para un espectador que no ha leído la novela esta película debe de provocarle una especie de risa incontrolable o una interminable secreción de lágrimas. Ya la cuarta entrega de la saga hacía sospechar que algo no funcionaba bien en el transcurso de los años en las adaptaciones cinematográficas de los libros de J.K. Rowling. El problema de la adaptación de las novelas del niño mago a la gran pantalla es cada vez más evidente a medida que se saca una película. El extenso contenido de su historia es endiabladamente difícil de adaptar en una película de escasas dos horas y media. Por lo que el guión de la película se ve forzado a cortar gran parte de la historia para poder reducirse hasta un punto que mata totalmente el sentido, la emoción y la magia que transmite la novela. Tal corte en la estructura de la historia provoca una imperdonable pérdida de su sentido y de su magia, pero también de su total comprensión del espectador por la historia, resultando como película una sucesiva y vertiginosa reproducción de acción continua no dejando lugar a diálogos clave y más que necesarios para transmitir al espectador emotivos detalles imprescindibles para conocer la psicología y filosofía de los personajes y la historia que los rodea. Éste fugaz torbellino de imágenes ininteligibles da lugar a la confusión y desconcierto de los espectadores que no han leído el libro.
El descarado recorte de tantas escenas importantísimas para la comprensión de la historia da como resultado un desequilibrado guión y una soporífera historia cuyos desesperados intentos de mantener la atención del espectador no engatusarían ni a un niño.

Con todo, el resultado final no conserva ni de lejos el espíritu y encanto que posee la novela, dejándonos con una especie de sainete cinematográfico que perfectamente podría llamarse la peor o una de las peores adaptaciones que ha presenciado la historia del cine.

Asquerosa, retorcida, visceral, sorprendente, interesante, entretenida, brillante, Saw en su más puro estilo.
Todas las entregas de Saw poseen un guión brillante y sublime, y esta última entrega no se queda atrás. Sin duda su valor, no se encuentra en la violencia de su contenido, que también, sino en su porqué. Y con esto me refiero a que la mayoría de los fans de la saga no van a ver a un tio cortarse un pie por el simple morbo de verlo, esto es ver a un hombre que, por desesperados motivos es capaz de llegar a tal extremo; aquí la sangre cobra sentido; todo gira incluso en torno al sentido de la propia vida; en torno a valores humanos e inhumnos. Y esto es lo que desearían muchas del género.
Es en esta entrega, donde la lucha por sobrevivir cobra más sentido que nunca.

La verdad, al entrar en filmaffinity me he llevado una gran sorpresa; tenía la certeza de que me toparía con críticas mucho mejores con respecto a la película. Si bien es algo infantil y estúpida, pero sólo comparándola con el cine de muy alto nivel. Francamente, creo que la mayoría de las críticas han sido demasiado crueles y han olvidado que es Spider-man, esto es, una película de superheroes, y que es cine comercial, puro espectáculo y entretenimiento. Su intención no es conmover al público o sumirlo en una gran reflexión sobre el sentido de la vida o qué demonios es "Rosebud": su intención es estretener y está claro que lo consigue con creces. Es más, demasiado profunda es para su género, y me llevo alguna que otra moraleja de la película. "Por muy fuerte que sea el poder que te corroa, siempre tienes la opción de hacer el bien, y escoger la elección correcta" que la cita no es muy freudiana, estoy de acuerdo, pero, insinsto, es Spider-man ¡por el amor de Dios!