Haneke nos muestra la cruda realidad de la vejez, no es una película para todos los públicos, más bien para cinéfilos sedientos de un realismo crudo y duro, al igual que la realidad.

Un filme sin ningún pero, un realismo desgarrado con dos actuaciones estelares que consiguen embaucar a todo aquel que la ve. Cine íntimo en la última entrega del cineasta alemán y posiblemente una de las mejores películas de 2012 así como una obra maestra para deleite del espectador.

He sido espectador de la película en el XXVI Festival Cineuropa (Santiago de Compostela) y debería ser de obligada visión para todo amante del realismo.

Gracias Michael Haneke

No sé si soy el único al que ésta película no ha dejado indiferente. El manual del anarquista ha sido para mí una película interesante, mucho menos política y más drama realista.

A los que le interesa conocer un poco más a cerca del funcionamiento del anarquismo y su posible aplicación real que no dejen de ver la película, sin ser una obra maestra es entretenida.