Cuando un guión interesante pero no magnífico se convierte en una buena película dice mucho y bueno del director. Jaume Balagueró vuelve a meternos el mal rollo en el cuerpo con lo que nos puede pasar en nuestra casa (ya lo hizo con Darkness, Para entrar a vivir o con la ya mítica REC). Y es que ¿conocemos bien a los que nos rodean?, ¿podemos fiarnos de ellos?.


Se notan las tablas de Balagueró en el género, pues todas sus películas rebosan terror o suspense en grandes dosis (iba a decir que a excepción de OT La película pero, posiblemente, esa sea la más terrorífica de todas). La experiencia se nota, porque sabe jugar con el espectador, llevarlo donde quiere, ponerlo de los nervios y hacerlo sufrir. Es un maestro.


No podemos olvidar ni dejar de destacar la gran labor interpretativa de Marta Etura y, vaya novedad, Luis Tosar. Este último consigue crear un personaje inquietate, que te deja pegado al asiento contemplando cómo se mueve, cómo piensa, cómo está enfermo. Un tipo que no es feliz porque los demás son felices y se empeña en buscar su felicidad, en mantener las ganas de vivir... y eso sólo puede conseguirlo si ve infelices a quienes le rodean.

Una buena película que, a pesar de su sencillez, rebosa talento.

¿Os ha pasado alguna vez que vais a ver una película de la que todo el mundo habla bien y cuando la veis os lleváis una decepción? Pues eso no os va a pasar con No habrá paz para los malvados. Enrique Urbizu nos adentra en la luchar individual, personal e intransferible de un policía contra el mundo, de un tipo que no destaca por su simpatía, corrección, saber estar, profesionalidad... y cualquier elemento de la retahíla de virtudes que José Luis Moreno lanzaría en la presentación de un artista.

Con un tempo narrativo muy bien marcado y muy bien llevado por el director, la película vuelve a mostrarnos a un Coronado que se mete de manera brillante en la piel de este policía despreciable que de despreciable que es, te cae simpático. Es notable el hecho de que la historia resulta creíble, no se aprecian grandes "pegotes" ni escenas en las que uno pueda pensar: "sí, hombre, no tiene rollo". Como es lógico, nada es perfecto y hay alguna que otra licencia pegotera (lo que los expertos llaman licencia narrativa).

Otro gran acierto se encuentra en la manera sutil en la que se explican los acontecimientos. A ver si de una vez por todas nos enteramos de que no es necesario que todas las películas se cierren y se expliquen al completo. Es muy bueno hacer como en esta obra, que se desvelan muchos elementos que ayudan a entender la trama pero no se cae en el error de explicarlo todo para que hasta los más torpes nos enteremos del más mínimo detalle.

El mensaje del largometraje es que el fin justifica los medios. Los malvados deben pagar por lo que hacen, independientemente del buen o mal hacer de los agentes de la ley. Por cierto, excelente elección la del título de la película. Otro acierto.

Es difícil ver películas españolas de acción, y es eso mismo lo que debe ser una dificultad añadida a la realización del proyecto. Si en su momento, La caja 507 obtuvo un gran resultado de crítica y público, esta película no se queda atrás (de momento en la crítica, espero que el público responda).

Sobre un guión muy bien estructurado se monta una trama en la que participan ladrones de medio pelo, policías corruptos, mafiosos... vamos, lo mejor de cada casa. El mismo autor del guión, Patxi Amescua, se encarga de la dirección y de guiarnos sin respiro por un mundo oscuro.

(Vista en el Festival de Málaga)

Delicado tema tratado con alta dosis de realismo y crudeza aunque, en palabras del director, le habían contado episodios de acoso escolar mucho más bestias que los que finalmente aparecen en la película.

Merece una mención aparte la aparición del actor Joan Carles Suau, que borda el papel de “matón” de instituto, encabezando las pesadas bromas a las que someten al acosado. Nos muestra brillantemente la seducción del malo, su capacidad de engaño y engatusamiento al que somete a todo aquel del que quiere conseguir algo.

El Bullying es una lacra social, que no se da únicamente en las escuelas, sino que nuestra sociedad está llena de ellos (trabajo, vecindario, matrimonios, etc). Es por eso por lo que creo que es recomendable que los jóvenes vean esta película, puesto que puede hacerle reflexionar sobre la gravedad de la situación. Película para reflexionar.

(Vista en el Festival de Málaga)

En la rueda de prensa posterior a la película el director, Fernando González Molina, comentaba que pretendía hacer una comedia gamberra al estilo americana, con el exclusivo objetivo de entretener. Puedo afirmar que cumple con su objetivo.

Rodeado de actores jóvenes, entre los que destacan Amaia Salamanca y Mario Casas (la auténtica sensación del Festival, es increíble comprobar el alboroto femenino que levanta allá por donde va), se nos introduce en una historia de amor y amistad.

He disfrutado y reído bastante viendo la película, algunos la comparan con "American Pie", pero a mí me recuerda mucho más a "Algo pasa con Mary", película con la que también solté más de una carcajada.

Película dirigida a un público joven con ganas de disfrutar de una obra sin grandes pretensiones... bueno, como he dicho antes tiene la pretensión de entretener, lo que viendo las últimas películas que ocupan nuestras carteleras, ya es algo digno de agradecer.

Lo único que espero es que con esta película que quiere romper el prototipo de españolada, no caigamos en empezar a hacer americanadas.

(Vista en el Festival de Málaga)