Una buena película, para los tiempos que corren, y una buena razón para volver al cine. Se nota el bajo presupuesto, pero todavía eso le da más mérito. Valiente en el planteamiento. Emociona. Pasa demasiado rápida. Le ha faltado media hora más de duración y un poco más de profundidad. Los actores muy bien, sobre todo los protagonistas. HAY QUE VERLA.

No tengo palabras. ¡Hay que verla!

Aunque no tengo palabras, no hay más remedio que hacer un esfuerzo, si quiero que este mensaje os llegue:
¡Hay que verla! Es una película que, cuando sales del cine, deseas con toda tu alma que todas las personas que amas la vean. El director 100%: Todo el mérito es suyo, y del protagonista, por supuesto. Yo diría que el mérito es del Sr. Cotelo y del Espíritu Santo.
La música y el montaje un 10. Una obra maestra con un gran mensaje que llega al espectador, emociona, divierte, y te deja más ganas de vivir y menos miedo a morir.

Insisto: ¡Hay que verla!

Javier Fesser, se ha esforzado más por crear un panfleto para hacer llegar a todo el mundo e imponer su pensamiento u opinión sobre la religión, que en centrarse en contar una historia real e impresionante. Es lamentable, se puede resumir su opinión en que la religión es el opio del pueblo, y sobre todo, tal y como ha manifestado el mismo: “lo único que esta historia denuncia es la actitud de aquellos y aquellas que se empeñan en evangelizar y vender a los demás su punto de vista, sea para alabar a san Benito, sea para hablar catalán o sea para pertenecer al Real Madrid”, Javier, hijo, pues esto es lo que haces con esta película. Es una oportunidad perdida, esperemos que algún día alguien nos cuente esta historia de forma objetiva.