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España España · Dos Hermanas
Críticas de adrigarfield
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
Toy Story 4
Estados Unidos2019
7.0
28,208
Animación, Voz: Tom Hanks, Tim Allen, Annie Potts, Tony Hale ...
7
19 de agosto de 2019
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Toy Story 4" comenzó a levantar escepticismo desde su confirmación. El grandioso final de la tercera entrega supuso el cierre perfecto para la hasta entonces trilogía: Andy terminó regalando sus juguetes a una joven niña llamada Bonnie al marcharse a la universidad, no sin antes despedirse de cada uno de ellos, una despedida llena de cariño y nostalgia que estaba más dirigida a nosotros que a la pequeña.

Convertir la saga en una tetralogía connotaba traicionar ese adiós lleno de ternura, e insinuaba un intento lleno de codicia de aprovechar la popularidad de la franquicia para asegurarse un éxito en taquilla sin apenas esfuerzo. Tras descubrirse algunos detalles de la trama en los primeros avances, se empezó a tildar a la cinta de innecesaria, pero tras ver el resultado final queda claro que la película queda completamente alejada de los parámetros de la insustancialidad y la desidia.

Esta cuarta entrega se siente como un soplo de aire fresco debido, en mayor medida, a la reinterpretación que se hacen de los valores que las obras predecesoras perpetuaban. Puede ser que la marcha de John Lasseter de Pixar por motivos ajenos al proyecto tenga algo que ver, el director de las dos primeras entregas dejó unos esbozos de la historia para que Josh Cooley hiciera de esa idea su primer largometraje en solitario (y no solitario). Ahora sin Andy, se las han ingeniado para establecer un hilo conductor centrándose, especialmente, en el verdadero protagonista de todo: Woody.

Elementos como la no aparición de Bo Peep en "Toy Story 3" o la creación del juguete de fabricación propia Forky son utilizados para seguir desarrollando el arco dramático del vaquero de forma magistral. Mientras que el inocente y bisoño Forky es usado para reformular las concepciones de un juguete, la experimentada pastorcita sirve para ayudar al Sheriff a replantearse nuevos horizontes filosóficos a los que su artifical especie puede optar. Todo se siente muy orgánico, funcional y consigue concordar con uno de los principales conflictos enfocados en la saga: afrontar el cambio.

Cada nueva incorporación logra expandir el universo a la par que nos llena la pantalla de encanto y emoción. La villana Gabby Gabby y sus secuaces logran intimidar desde su primera aparición (las sutiles referencias a "El Resplandor" de Kubrick ayudan), la vinculación de esta con Woody resulta simple pero efectiva; y su trasfondo sirve de pretexto para una de las escenas más genuinamente conmovedoras del filme que a su vez consigue anexarse homogéneamente al sentido reflexivo que adquiere la cinta.

Quizás la relevancia que adquiere el papel del vaquero en la película eclipsa al resto del elenco. Jessie, Rex, Sr. Patata, Slinky o Hamm apenas tienen un par de líneas durante todo el metraje, y mucho menos algún momento mínimamente memorable (más allá del divertidísimo running gag de Buttercup, el unicornio de peluche de Bonnie). Buzz es seguramente quien más se resiente de este aspecto: aunque tiene algo de peso en la trama, su figura se ve notablemente simplificada e incluso se le añade una nueva cualidad que como concepto se ve bastante forzado y como broma llega a ser redundante. La implementación de los personajes antiguos acaba sintiéndose desdibujada y la repentina nueva intencionalidad de todos los juguetes de ser cada vez menos "muñecos" hace que su encaje dentro del universo animado sea más extraño de lo que debiera. Sin embargo, el grupo clásico termina siendo parte importante de un final que pese a llegar a ser predecible y no alcanzar el nivel de perfección de la entrega anterior, tiene un impacto sentimental altísimo gracias a su magnífica construcción y ejecución.

El nivel de animación al que llega Pixar en esta película forma parte de una de las mayores delicatesen visuales mostradas hasta la fecha: texturas que diferencian los materiales de los juguetes, costuras en el brazo de Woody cosido en "Toy Story 2", los rasguños en el traje de Buzz Lightyear ocasionados por los niños de la guardería Sunnyside, detalles en los materiales del cuerpo de Forky, etc. Y ya no solo por calidad sino por cantidad, cada plano dentro de la tienda de antigüedades o feria (donde sucede todo realmente) está meticulosamente relleno de un contenido que bien sería digno de un análisis que terminaría coronando el trabajo tan prolijo que han realizado los del estudio de Walt Disney.

En resumidas cuentas, "Toy Story 4" partía con la difícil tarea de no quedar relegada al ostracismo de la secuela fácil. Su carácter reflexivo la convierte en una obra llena de matices que encandilará más a padres que a niños, aun así, su gran ritmo narrativo y fantástico humor familiar harán de ella una película disfrutable para todo tipo de público. Su distanciamiento con la trilogía predecesora provocará disparidad de opiniones, pero esa reinterpretación filosófica aporta una frescura que para una cuarta entrega siempre es necesaria. Pixar ha demostrado que para ellos lo imposible se torna posible y ha conseguido consagrar una gran cinta dentro de un marco de películas que ya forman parte de la historia del cine de animación, el legado de estos personajes en la gran pantalla durará hasta el infinito (y más allá...).
adrigarfield
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4
6 de julio de 2019
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Criminales en el mar" se ha convertido en el estreno más exitoso de Netflix, y no es tan de extrañar, un reparto conformado por grandes estrellas como Adam Sandler, Jennifer Aniston o Luke Evans siempre es susceptible a despertar interés. La película trata de ser una vertiente más cómica, ligera y veraniega del estilo novelesco de Agatha Christie, ya representado en obras como "Diez negritos", "Muerte en el Nilo", "Asesinato en el Orient Express" o "Identidad".

La trama nos cuenta las aventuras de la familia Spitz, una pareja estadounidense de clase media, quienes en su visita a Europa serán llevados a un lujoso yate, que será testigo del asesinato de un magnate durante el reparto de su herencia entre los pintorescos sucedáneos que se encuentran en la sala. La simpleza de la historia se reduce a los tres actos genéricos que si bien ayudan a mantener un rumbo sólido, se ven perjudicados por el efecto dominó: el comienzo soso, lento y artificial nos asienta unas malas bases para el posterior desarrollo, y de paso, nos deja un ápice de la superficialidad del guion.

La cinta hace aguas desde sus primeros minutos, pero su hundimiento llegará como fruto de la antipatía cómica y una intriga deficiente, marcada por unos gags simplones, chistes escatológicos marca de la casa Sandler, abundancia de estereotipos y un pretexto policíaco inverosímil (algunas situaciones parecen sacadas del Cluedo) a la par que presumible.

Ni por babor, ni por estribor se observa el más mínimo grado de sorpresa, gravedad o ingenio. La película que dirige Kyle Newacheck está condenada a la medianidad de la comedia tonta de interés pasajero, salvada por el carácter solaz de una plataforma de contenidos online que sirve como potenciador de su capacidad para el entretenimiento. Inimaginable en la gran pantalla.
adrigarfield
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Croket! (Serie de TV)
SerieAnimación
Japón2003
--
Animación
5
4 de mayo de 2019
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de muchos años sin rastro de la serie, un rayo de luz se alzó y ya pueden verse 52 de los 104 episodios de esta (los otros 52 son ilocalizables, ni siquiera en el idioma original). Mi nostalgia y yo nos dirigimos a ver la serie, y el resultado fue tan complaciente como amargo.

La serie es entretenida y simpática, el mundo en el que nos sitúa y los personajes son carismáticos, la premisa que nos establece la trama tiene cierto interés, pero tras unos 20 episodios iniciales bien desarrollados y con buena acción, la serie se deshincha por completo, convirtiéndose en una poco destacable comedia de aventuras y vaciándose de todo el peso dramático que recuperará a duras penas para sus últimos 10 capítulos; y ese es quizás su mayor problema, el aspirar a algo de lo que luego se olvida.

La animación por lo general es correcta, algunos momentos de humor absurdo están bastante bien, las mecánicas de los combates resultan curiosas, y el punto de que todos los personajes y regiones tengan nombres de comida se convierte en algo característico; para seguir reseñando sus mayores virtudes y defectos necesitaré hacer uso de spoilers, solo queda decir que la serie es un producto disfrutable y recomendable, sobre todo para un público infantil o juvenil, o si se accede a ella sin mayores metas que la del entretenimiento.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
adrigarfield
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3
20 de julio de 2019
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine español nos lo está dejando claro. La comedia simplona con alardes de gamberrismo se ha convertido en un producto rentable en nuestro país, casos como el de "Fuga de cerebros", "Que se mueran los feos", "Villaviciosa de al lado" o "Toc Toc" lo demuestran. Por algo cada vez más y más productoras hispánicas se lanzan hacia este tipo de propuesta, llegando incluso a hacer de ella una apuesta anual.

"Lo dejo cuando quiera" es un sólido reflejo de lo peor del panorama en la comedia española actual. Este excéntrico remake de la película italiana "Smetto quando voglio" nos cuenta la historia de un grupo de licenciados cualificados, cuyos estudios no les ha permitido más que malvivir del paro o trabajos precarios, todo cambiará cuando uno de ellos cree por accidente un fármaco con un potente efecto de éxtasis (más le gustaría a Walter White esa suerte); dicha sustancia será la vía de escape del trío protagonista para ganar dinero a costa de empastillar sin pudor a jóvenes descerebrados. Sobre el papel, esta trama argumental puede parecer la excusa perfecta para el libre albedrío, el desmadre y la sátira con intención crítica, pero este es uno de esos casos en los que del dicho al hecho hay un trecho.

Tristemente, la comedia está bastante lejos de la obra repleta de humor negro y bromas insolentes que nos vendían los comerciales. Nos encontramos con una película repleta de gags manidos, chistes escatológicos que pueden llegar a resultar execrables hasta para el público adolescente, y bromas visuales propias del más simple de los "slapstick". Lo trasgresor de la cinta se resume en mostrar algún que otro genital de más y llevar a cabo una representación demasiado explícita de la realidad en escenas como la del atropello o la del poni disfrazado de unicornio.

La película quiere aflorar una pequeña crítica hacia el estado de la sociedad española, el abuso de poder de los empresarios y la poca equidad que existe con el sector más preparado académicamente de nuestro país. Esa apreciación no llega a calar en el espectador, su implementación tan superflua e insustancial llega a ser más redundante que otra cosa (la frase de "antes hacía lo que estaba bien y todo me salía mal, ahora hago lo que está mal y todo me sale bien" parece más un sencillo trabalenguas que algo que invite a la reflexión), es tal esa inconsistencia que el final se olvida de cualquier concepción que haya habido anteriormente y se reduce al banal enfrentamiento de malos contra buenos.

El aspecto técnico es seguramente el más salvable, sin llegar a ser tampoco una prominencia: el ambiente callejero está bien logrado, la iluminación llena de neones envuelve la obra de un tono subcultural y los montajes al compás de una música estridente propulsan el ritmo del filme. Visualmente cumple a lo que el libreto pide, tanto es así, que el abuso que se hace del plano contraplano parece más una cuestión del dicharachero guión que de un rodaje descuidado.

Los actores hacen lo más que pueden para sostener desemejante material; David Verdaguer, Ernesto Sevilla (haciendo de él mismo), Ernesto Alterio, Cristina Castaño o Miren Ibarguren logran sacar adelante hasta lo más inverosímil de sus personajes. Por el contrario, otras interpretaciones como la de Amaia Salamanca, Mero González o Carlos Santos sucumben a lo más superficial de su figura.

Todo hace indicar que su éxito comercial se debe más a las ubicuas campañas de marketing que a otra cosa. La película de Carlos Therón es un vulgar intento de entretenimiento que queda alejado de los buenos y efectivos estándares de diversión. Es una prueba inequívoca de que comedia española sigue dentro de la sombra que dejaron los éxitos televisivos de "Aída" o "La que se avecina". La cinta no sabe a dónde va pero lo que hace saber al público es que la inversión realizada por la entrada ha resultado un desperdicio. La repesca que tendrá en el cine televisivo quizás le caiga en gracia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
adrigarfield
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Megamente
Estados Unidos2010
6.4
17,371
7
3 de julio de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el estreno de "Superman" en 1978, el género de superhéroes se vio propulsado en el cine; actualmente, esta clase de películas gozan de mucha popularidad y por lo tanto, afluencia. Uno de los aspectos más definidos de los filmes heroicos son los arquetipos que suelen seguir tanto el protagonista como su némesis, estos modelos aunque suelen presentar ligeras variaciones, pocas veces son puestos en duda (un oasis en este desierto podría ser "El caballero oscuro" de Christopher Nolan).

"Megamind" aun no profundizando en las concepciones individuales de sus protagonistas, se replantea la dualidad héroe-villano de una forma interesante. La evolución que sufre el personaje de Megamind es el valor sustancial de un filme que rebosa referencias al mundo superheroico con el tono paródico tan característico de DreamWorks (ya mostrado en otras cintas como "Shrek" o "Kung Fu Panda").

Aunque la película comienza de forma vertiginosa con una magnífica secuencia introductoria, y sigue desarrollándose de manera fresca, original y divertida; presenta ligeros baches durante su transcurso, debido principalmente a que el ritmo se ve mermado a la hora de introducir nuevos pretextos, a una trama amorosa a la que le falta chispa o que la acción de la secuencia final no presenta ninguna novedad a lo ya visto, más que algún que otro giro de guion que no por predecible deja de ser ingenioso.

En el subtexto, la obra nos transmite una pequeña crítica capitalista en clave cómica que podía resumirse en la frase: "el dinero no da la felicidad". Ese matiz resulta eficaz ya que se representa de forma orgánica en pequeños detalles como el vacío que siente nuestro protagonista azul tras vencer a Metroman o la avaricia de Titán tras obtener sus poderes.

La animación aun pudiendo presentar ligeras perezas por la aglomeración de elementos, resulta, por lo general, impecable; todo sumado a un diseño de personajes que agrega algo de carisma a cada uno de ellos. La musicalización de la cinta es una delicia, la aparición de algunos de los temas más populares de AC/DC, George Thorogood, Guns N' Roses o Michael Jackson dotan de armonía a la cinta, aunque la presencia de estas grandes piezas eclipsan los temas propios de Hans Zimmer y Lorne Balfe, haciendo que se vuelvan menos notorios y recordables de lo que deberían.

Quizás esta película llegue un poco tarde debido a que 6 años antes se estrenó la insuperable "Los Increíbles" y su sombra para cualquier cinta de animación superheroica cada vez es mayor. Aun no siendo de las obras más ambiciosas de la productora, "Megamind" es una película recomendable para todos los públicos, y de una calidad superior a su competidora en taquilla y propuesta: "Gru, mi villano favorito".
adrigarfield
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