Hay algo en el cine coreano (por lo menos el que llega hasta aquí) que muchas veces aparece como esa mezcla de comedia y drama que no es tan fácil de ver en el cine occidental. En esta película es perfecta la mezcla. Una crítica social llevada al tono más bizarro de comedia sin que pierda justamente la crítica y el tono dramático de sentirnos pésimamente por lo que estamos a punto de ver. Ultra recomendable.

Es decir, si bien es una película que se deja ver, no asusta tanto como el trailer (odio los trailers a esta altura) y tiene demasiados altibajos en el ritmo como para mantener la vista en la pantalla todo el tiempo. Al terminar de verla da la sensación de que podría haber sido mucho mejor, ya que hay actuaciones que cumplen muy bien, escenas cuidadas y un tono sombrío general, pero no alcanza para generar el terror que el espectador espera.

La actuación del protagonista es absolutamente vibrante y visceral, sin embargo el guión estira demasiado una película que por momentos se hace muy lenta dejando el relleno picante hacia el final, cuando ya la masa de la empanada nos había llenado casi el estómago. Se deja ver, pero es uno de esos films que por la excelente historia reflexiva, podría haber sido mucho mejor. De hecho, me encantaría que más historias de este tipo se vieran en el cine.

Por la cantidad insoportable de gritos y gemidos de dolor fue que dejé de ver esta película. Todo el film es una coreografía increíblemente montada que lleva al espectador a un paseo muy diferente al cine que estamos acostumbrados a ver. Las actuaciones son muy intensas, la cámara es infernal, los colores chorrean con los tintes de la noche y los movimientos de los cuerpos son surrealistas en algunos momentos. Entonces... ¿por qué dejé de verla? Porque la intención del director parece ser sumir a los espectadores en un mal viaje de ácido ¡y creo que es justamente lo que logra! En ese caso: ¡punto para Gaspar Noé! El tema es que en cierto punto del film, lo que ofrece la pantalla no levanta la angustia, dolor y paranoia que siente el espectador. ¿Y yo para qué quiero sufrir? ¿No estaba viendo la peli para entretenerme?

La historia es interesante, la actuación de Amanda Seyfried es interesante y... Muy poco más. Aún la estoy viendo pero porque me interesa la historia, pero la verdad que lo que no me atrae en absoluto es la dirección. Es como sin gracia, como demasiado plana. La inclusión de la música incluso está como fuera de lugar cuando aparece. La construcción de las escenas es poco divertida, como si fuera rodada por gente amateur... En fin, supongo que terminaré de verla.