Wall-E es una película de animación creada por la exitosa compañía Pixar en 2008. En ella se nos presenta un futuro desolador para nuestro planeta, que ha sido cubierto por basura y abandonado por la humanidad, en el que el simpático robor Wall-E trabaja compactando y amontonando dichos residuos. La peor parte para este robot, que parece tener conciencia propia, es la de verse totalmente solo en el planeta. La situación de soledad cambia para Wall-E cuando otro robot aterriza en el planeta, un moderno dispositivo que recorre la Tierra buscando vida vegetal y responde al nombre de Eva. Los robots entablarán una amistad que cambiará la existencia para ambos, y muy posible que para todo el planeta.

El filme nos muestra una historia que transmite el valor de la amistad y el amor por encima de todo, y de cómo un ser extraordinario se supera para llegar hasta donde haga falta con tal de no perder esa amistad, que suponía su única compañía. También es importante y constante a lo largo de toda la película una gran crítica hacia el comportamiento humano y el de las grandes corporaciones. La actividad de una de estas multinacionales ha derivado en la pérdida del planeta Tierra, totalmente sumergido en una gruesa capa de basura, lo que no impide a esta multinacional el seguir controlando a la población ahora en una impresionante nave crucero, en la que la humanidad desarrolla la vida en ese futuro. El comportamiento del ser humano también es reprochado en varios aspectos, como por ejemplo el hecho de delegar en las máquinas todas las actividades físicas o intelectuales que podría realizar por sí mismo, así como la comodidad tan extrema en la que vive, que juega un arma de doble filo, pues ha hecho que ahora los humanos aparezcan gordos y con una movilidad y capacidades bastante reducidas.

La historia de Wall-E se desarrolla con buen ritmo, a pesar de resultar relativamente lenta al principio. Esta parte de la película sin diálogos es totalmente necesaria, pues profundiza primero en la situación de Wall-E y más tarde en la relación entre ambos robots.

En la película no hay personajes "malos", por así decirlo, sino seres que sirven a un propósito distinto cada uno, aunque este interfiera en el objetivo de otros. Los simpáticos robots serán los que más pueblen la pantalla en este filme, seguidos de los vagos y rechonchos humanos acomodados en sus respectivas sillas con movimiento.

Con Wall-E nos encontramos ante una obra con un planteamiento fresco y original, que seguramente no caiga en el olvido por la gran simpatía que genera su protagonista así como la grandeza de su comportamiento. Una película que seguramente encantará a los niños y hará emocionarse a los más mayores. La historia está compuesta por un protagonista cuya pureza traspasa la pantalla, un trasfondo de desolación en el que aún hay esperanza y un mensaje que nunca viene mal recordar se tenga la edad que sea; la amistad y el amor siempre son bienes que hay que luchar por no perder.

La princesa prometida es una película de fantasía medieval, de la época de los príncipes azules y los finales de cuento. Y cierto es que en esta película no vamos a encontrar otra cosa, pero la historia que nos relata, así como sus personajes, tienen un carisma e interés mayor que muchas historias fantasiosas actuales para un público mayormente infantil o adulto con ganas de ver un cuento ante sus ojos.

El argumento no es nada del otro mundo dentro del género; una doncella que pierde a su amado, es tomada por la fuerza por un príncipe, y su amado deberá superar adversidades de todo tipo para recuperar su amor. Aún así podemos ver claramente algunos pasajes de esta película que han "inspirado" obras de animación de este corte como la mismísima "Shrek".

Lo más destacable dentro de esta obra, no es la originalidad del cuento, que no es precisamente una cualidad que resalte, sino el carisma y los valores de sus personajes, brillando por encima de todos ellos un "Íñigo Montoya" dispuesto a vengar a su padre pero sin fallar en ningún momento a su código de honor y buen hacer para conseguir sus fines. También nos encontramos a un bruto y forzudo gigante con un corazón de las mismas proporciones y a un villano que hará lo posible por salirse con la suya.

La princesa prometida es el tipo de película cuyo atractivo reside en el mundo que crea, en la fantasía que logra transmitir y en cómo nos transportamos a ese reino de cuento. No es tan relevante el "qué", ya que nos encontramos ante una historia casi genérica, tanto como el "cómo", que es la forma en la que durante el filme viajamos a ese mundo de cuento de hadas. Una historia liviana y blanca, que puede disfrutar toda la familia de forma ideal y no sólo los más pequeños. Una película como las que no se ruedan hoy en día.

Pacific Rim nos traslada a un futuro apocalíptico en el que una raza alienígena, conocida como los Kaiju, ha abierto una brecha en el fondo del océano pacífico que a su vez es un portal interdimensional con su mundo y el nuestro. Estas enormes bestias avanzan arrasando ciudades enteras a su paso y la humanidad ve sus días contados hasta que el programa Jaeger es puesto en marcha. Este programa consiste en las construcción de enormes robots biónicos, con capacidad nuclear y gran potencia de combate, que unidos neurológicamente a su piloto podrán plantar cara a estos monstruos. Y así lo van haciendo, hasta que las bestias empiezan a ser cada vez más grandes y a atacar con mayor frecuencia, poniendo a prueba las defensas de los humanos y la capacidad del programa Jaeger.

La historia nos lleva más concretamente a la vida de Raleigh (Charlie Hunnam), un ex-piloto de Jaeger que pierde a su hermano en una pelea contra un Kaiju. Alejado de la vida militar tras el accidente y recluido en la construcción de un muro defensivo contra los Kaiju, es rescatado por su antiguo jefe, el mariscal Pentecostés, quien lo persuade para volver a unirse a las fuerzas de defensa de la humanidad y volver a pilotar un Jaeger.

La película se nota que está dirigida por Guillermo del Toro por cómo brillan los efectos especiales por encima de todo y por lo fantasioso de la historia. El director es capaz de conducir una historia que si bien no es perfecta, hará las delicias de todos aquellos que van al cine en busca de vivir una experiencia intensa. Podemos encontrar cierto parecido con algunas historias de anime y manga japonés, sobretodo con la tan aclamada "Neon Génesis Evangelion".

Lo más destacable de esta película, por encima de su historia, reside en la cantidad de efectos especiales que despliega, en la utilización del sonido y en sus efectos visuales. Si bien es cierto que no brilla por tener un guión con personajes profundos y relaciones densas entre estos mismos, sus escenas de peleas entre robots y monstruos compensan esto con un espectáculo visual digno de las últimas tecnologías en cine.

Hay ciertas cosas que el espectador se planteará, como el hecho de por qué combatir a esos monstruos con robots cuerpo a cuerpo y no utilizar armas de fuego, las cuales gozan de una presencia bastante escasa en la película. A pesar de cojear en algunos aspectos, "Pacific Rim" es una película recomendable para los amantes del género y del cine puramente visual, y una de las experiencias más llamativas de este verano. Algo que sí me gustaría destacar es el arranque de la película, poniendo al espectador en situación de una forma muy adecuada y arrancando con fuerza.

"Spring breakers" supone una idealización esperpéntica acerca de las vacaciones primaverales de cuatro chicas en una comunidad vacacional de Florida. La cinta está aderezada con muchas escenas explícitas, con una gran presencia de drogas, alcohol y desnudos. Fiestas locas y acontecimientos todavía más alocados y sin sentido harán de clave conductora para un guión que, podría haber sido una idea interesante, pero se regodea en aspectos visuales pobres y cansinos, escenas irreales y una puesta en escena exagerada y desagradable.

La narración de la película es incómoda, demasiado recurrente y empalagosa, los flashbacks y la repetición de diálogos supuestamente trascendentales son sobreexplotados de una forma que provocará el cansancio del espectador ya en los primeros 15 minutos de filme. A veces tendremos la sensación de no saber qué estamos viendo realmente, ya que el cuerpo del argumento principal se toma como media película en aparecer. Estas escenas redundantes pretenden ahondar en la mente de los protagonistas a modo de introspectiva, algo que el director no consigue y en su lugar nos brinda con una gran cantidad de minutos aburridos y carentes de significado.

Los personajes de esta película poseen muchas cualidades, pero la credibilidad y empatía por parte del espectador no figuran en esta lista. Cuatro post-adolescentes universitarias que pretenden pasar las mejores vacaciones de su vida, a cualquier precio, conforman el cartel protagonista del filme. Estas chicas, sedientas de drogas, fiesta y sexo, llegarán a ponerse en peligro en mil situaciones de las que cualquier mortal escaparía. El hecho de que una persona quiera romper con su rutina por algún tiempo no suele derivar en esta clase de actos, a menos que te llames Harmony Korine y dirijas un bodrio cinematográfico tan grande como "Spring breakers". Cierra el cartel de personajes un James Franco que interpreta a un rico traficante que, atracando y robando a cara descubierta, más de uno se preguntará si la policía también vive de vacaciones en esa localidad. La caracterización de este personaje es de lo más pobre, siendo una copia idéntica del popular rapero Riff Raff.

"Spring breakers" conforma un cuadro que nadie en su sano juicio querría tener cerca. Una película que retrata lo peor de una juventud cada vez más consumida por los vicios del placer inmediato. Pero en esta película, teniendo en cuenta que el contenido ya es de por sí pobre y chabacano, la forma no contrarresta esta pésima función. La narración es realmente mala, haciendo que la película sea muy difícil de mirar por momentos. El director ha querido dotar de profundidad a algo tan plano como la historia de estas cuatro adolescentes cuya vida cambia drásticamente.

"El irlandés" es una historia que nos traslada a una pequeña comarca de la ciudad irlandesa de Galway, en la que no suelen acontecer grandes sucesos y la policía de la zona apenas tiene que atender crímenes de envergadura. Cierto día un asesinato destapa una operación de drogas que va a tener lugar en la zona, y el sargento Boyle se pone a trabajar con un oficial del FBI americano que también anda tras la pista de los traficantes, eso sí, a su manera y con sus métodos.

La película supone el estreno del director John Michael Mcdonagh, la cual consigue agregar a este director novel un buen listón. El guión en conjunto no supone una obra a destacar, son las pequeñas pinceladas de diálogos y gestos de su personaje principal lo que dotan a esta cinta de una identidad muy especial. "El irlandés" es una comedia desenfadada que trata de sacar risas donde aparentemente no las hay.

El recurso más valioso de este filme es su protagonista, el sargento Boyle, así como el trabajo de su actor principal, Brendan Gleeson (Escondidos en Brujas) su principal baluarte. La trama en líneas generales gira en torno a la vida de este agente de policía tan peculiar, el cual ofrecerá los principales momentos de deleite durante todo el filme. También encontramos al actor americano Don Cheadle (Los amos de Brooklyn) realizar un notable trabajo al dar vida a un agente del FBI.

"El irlandés" compone un bonito paisaje cinematográfico al retratar a un personaje tan singular como el sargento Boyle, darle vida y dotarle de ese característico humor e ingenio. La película también se ocupa de retratar de forma ligera ciertos aspectos de la vida en la zona oeste de Irlanda, así como a sus gentes y particularidades. La historia no es gran cosa, el guión no brilla y su resolución no destaca, pero su protagonista hace que la película gane enteros a cada momento.