De lo peor que he visto en mi vida. Hay muchas películas serie b de mala calidad, pero no insultan tanto a la inteligencia como esta.

El primer Torrente, al menos, siendo un personaje odioso, tiene cierta gracia, y recurre a un humor que en ocasiones resulta inteligente, y crítico de cierto sector de la sociedad. En la segunda parte la cosa ya comenzaba a ser cansina, y este Torrente 3 es simplemente patético. Se recurre continuamente a un humor fácil, grosero y repetitivo, y el resultado desprende más vergüenza ajena que gracia. Da la impresión de estar hecha a la fuerza, porque “tocaba”, sin ideas, con un argumento montado con la sola excusa de hacer desfilar por la pantalla a todo ese montón de personajes del circo televisivo español, y aprovechar el tirón comercial que posee el personaje.

Un producto contaminado, bandera de la incultura y el mal gusto, que arrasó en taquilla como hará cada una de las nuevas entregas de Torrente que sigan saliendo. Triste, muy triste.

Es de esas películas que con ver el Trailer es suficiente, ya sabes lo que hay. Y tras ver la película te quedas un poco con la sensación de que ya la habías visto antes y que sabías lo que iba a pasar y como iba a acabar... ¡Es todo tan predecible! La historia está muy cogida con pinzas, especialmente respecto a como adquiere y pierde los "poderes" el protagonista. Aunque parece que a la película le da igual este tipo de cuestiones. Pretende ser algo así como un "Mentiroso compulsivo", igual de predecible pero aún con menos gracia, porque Gibson tiene menos carisma y menos gracia que Jim Carrey. Sí, la verdad es que la comedia no es el mejor registro de Mel Gibson, aunque tampoco puedo asegurar que tenga un registro bueno.
En fin, está bien para un domingo por la tarde en la tele, supongo.

Hoy he ido al cine, sin intención de ver una película, más bien solo como excusa de quedar con una chica. Por desgracia, ¿cómo no?, la chica ha elegido Eclipse... Mientras esperábamos ella intentaba contarme de que iba la saga para ponerme al día (ella es fan). Yo la miraba tan emocionada ella, mientras pensaba "¿pero no ves que me da igual? No podríamos saltarnos la parte de la película e ir directamente al grano?". En fin así trascurrimos las 2 horas que dura la cosa esta, entre palomitas y expresiones de asombro de las adolescentes que teníamos detrás cada vez que el "musculitos principe azul" se quitaba la camiseta. Finalmente acabó y mi amiga comentó "que chula" a lo que yo dije "sí, está bien..." ella añadió "es la mejor de las tres" a lo que yo no supe responder pues solo he visto esta (por suerte).

En fin, pasemos a la película en sí: Lamentable película, aburrida, sin guión, que no cuenta nada. Se basa en un triángulo amoroso entre una chica humana, un supuesto vampiro (digo supuesto porque no chupa sangre como los vampiros de verdad, debe ser porque es un vampiro bueno) y un hombre lobo que está muy bueno. La chica tiene un gran dilema pues no sabe si quedarse con el que está bueno o con el más romántico, y así va trascurriendo la cosa, sin mucho más en realidad...

En definitiva, una película prescindible que daña y contamina la cultura, como tantos otros productos prefabricados que triunfan por ahi, pero este además, es muy aburrido. Se debe intentar por todos los medios evitar verla, a no ser que, como en mi caso, esté uno obligado a hacerlo.

Y así acabó una triste cita, en la que por no haber nu hubo ni película...

Lo reconozco, cuando acabé de verla revolví todos los armarios de la casa en busca de algo de chocolate, y como no lo encontré tuve que ir a comprarlo. (verídico). Aparte de provocar antojos, esta es una típica película de Tim Burton, que nos introduce en uno de esos mundos creados por este gran director, en él que el pone las normas y los límites. Un mundo de piruletas y gominolas en el que la sonrisa esta asegurada, una gran terapia para evadirte de los problemas. El mensaje que nos deja: el poder no es nada si no tienes con quien compartirlo. Una película muy dulce.

Con El séptimo sello, Bergman se deja de metáforas y nos presenta de forma clara y explicita las dos figuras centrales del relato, como son Dios y la Muerte. Es una metáfora sobre la vida del hombre y su actitud ante Dios y ante la muerte. No obstante, es de una naturaleza tan explícita que casi podríamos quitar el calificativo de metáfora.
El film es tremendamente oscuro y angustioso, presentando una muerte humanizada,vestida de negro y con capucha, y bombardeándonos con preguntas relevantes sobre la existencia de Dios.
El caballero asistirá en su viaje a los pecados y bajezas del hombre mundano, mientras trata de ganar tiempo a la muerte, que le perseguirá incansablemente. En su viaje, se muestra angustiado en busca de respuestas que sostengan su fe, mientras su escudero vive su vida alegremente sin preocuparse de tales cuestiones.
La presencia de la muerte, fría, invariable, como el abismo último ante el que todos los hombres han de asomarse, atormenta al protagonista.
No obstante lo anterior, la verdadera figura central del relato es Dios. Su existencia, la actitud de los hombres ante Él, su fe, son los temas que darán forma al debate moral que se nos plantea.
A día de hoy la visión de la película puede resultar por momentos algo cómica, especialmente por la caracterización de la muerte, pero es indudable que sigue siendo la gran referencia dentro del cine del director sueco.