Introduciéndonos en un planteo inicial interesante, la película nos predispone a creer que vamos a ver la clásica cinta de suspenso de intrusos ingresando de forma ilegal a una casa señorial, en la cual, se esconderán todo tipo de secretos macabros y misteriosos.

Ese planteo inicial se nos es reemplazado rápidamente por otro, quizás más inusual, en donde no hay grandes giros de tuerca, ni mensajes reveladores y la historia, no es la que habitualmente encontramos ante premisas de este estilo. Las cartas se nos presentan con cierta rapidez y a partir de ahí, vemos como los protagonistas intentan resolver la encrucijada en la cual se encuentran. No considero que haya grandes vueltas de tuerca en la historia, quizás porque seguramente, no haya sido el objetivo. Quien espere encontrar esto, quizás se encuentra ciertamente desilusionado. Para quien no, la película mantiene, a pesar de su estructura narrativa, por momentos, chata, un encanto natural que hace que nos mantengamos hasta el final para ver como se resuelve todo. Ese encanto, innato, quizás provenga de la incertidumbre general o de la buena química que vemos entre las dos parejas de protagonistas, que hacen trabajos muy destacables.

Quizás, lo que se nos intenta mostrar, en el fondo, y de una manera por momentos muy enrarecida, son dos dos historias de amor, que por más exóticas e imposibles que sean, se mantienen allí, indestructibles incluso ante la muerte.

"Al filo de la muerte", también conocida como "El juego" (traducción exacta de su nombre original), es una notable película que no tiene necesariamente el sello de David Fincher y que quizás, quedo un tanto opacada por el estreno, dos años más tarde, de la memorable y ultra conocida "El club de la pelea", también dirigida por Fincher.

Sin embargo, es un largometraje al que el paso del tiempo le vino de maravillas, para sacar a la luz su calidad excelsa, desde lo narrativo y desde lo actoral.

Con múltiples vueltas de tuerca, una trama absorbente, original y fresca (incluso, así lo suena, 25 años después), con actuaciones realmente destacables (Douglas en el protagónico, pero también Penn y Deborah Kara Unger), se ha transformado, ya, en un clásico. Las plataformas de streaming han hecho lo suyo, salvándola del ostracismo y volviéndola a poner en las primeras planas, que es donde merecía estar.

Un clásico, del cual se recomienda su visionado, aunque sea, una vez por año.

Excelsa serie Canadiense de los 90´s que hace su regreso después de casi 30 años. Recomiendo antes de verla, ver la serie original y lo revolucionaria que fue por aquellos tiempos, pese a no haber tenido el reconocimiento que realmente se merecía. Luego de verla, mira este retorno, que realmente está a la altura, reflejando el paso del tiempo, pero sin perder el humor y la autenticidad que supo atraernos tanto en sus comienzos.

No hay mucho para decir. Cuando la obra es tan buena, quedan cortas las palabras. Siéntense a ver y disfrutar, porque es una despedida y merece ser disfrutada con todos los sentidos.

Para mi gusto, la mejor película de Almodóvar. Una historia de desencuentros e imposibilidades. De tristezas existenciales y sueños imposibles. Para sentarse a ver y dejarse llevar por su encanto.

La interpretación de Grandinetti es interesante y con rasgos que permiten identificarnos con el, pero seguramente sea el trabajo de Javier Cámara el que gane mayor interés durante el visionado.

Hay un trasfondo que convence y es el de la introspección, a través del ensimismamiento con uno mismo, reflejado en el papel interpretado por Cámara. Una versión libre del hombre moderno, que se siente victima de un sistema que lo cohíbe y que le impide ser libre. Casualmente, encuentra su forma de liberación a través de su paciente, la mujer que aguarda en coma y a la cual el protagonista asiste.

Genial desde todos sus aspectos y altamente recomendable.

Sin muchas vueltas, "Duplex" nos presenta una historia en donde un par de recién casados compra un departamento que parece ser de ensueño. Pero rápidamente empezamos a evidenciar que la situación no es tan así, cuando conocemos a la anciana vecina de la pareja. A partir de allí, muchos gags y situaciones cómicas nos invaden. Y funcionan. Es una comedia simple, que no busca complejidades y que apunta a hacernos reír. Simplemente eso. Los personajes no tienen trasfondos, es solo provocar momentos que le den el tono cómico que buscamos al ver esta película. Y todo eso se logra, con un buen guion y, especialmente, con una dupla protagónica soñada (Ben Stiller & Drew Barrymore). Una comedia típica de los ´80s y ´90s, pero hecha en el 2004.