Ésta es sin duda una de las mejores películas de drama que he visto en mi vida. Una película que te hace lagrimear inevitablemente gracias a las tremendas actuaciones de Sean Penn (Sam), en un papel en el que es muy fácil caer en el absurdo, Dakota Fanning (Lucy),que a pesar de su corta carrera ha demostrado que es capaz de hacerle frente a cualquier papel que se le asigne, y por último Michelle Pfeiffer (como la abogada Rita intachable y que al transcurrir el film se conoce su lado humano). Pero no son solamente las actuaciones las que te llevan a sentirte afectado o tocado por la situación planteada, sino que la banda sonora es perfecta (menos no se podría esperar de las múltiples canciones de The Beatles), el guión que en ningún momento aburre o cae en lo absurdo, y los planos empleados que crean una atmósfera más realista; este conjunto crea una PELÍCULA propiamente dicha con todos los elementos necesarios como para quedar en la mente de cada uno.
El tema de esta película: padre soltero de unos 30 años que padece deficiencia mental, con una hija que está a un par de años de entrar a la adolescencia y por lo cual el Estado pone en duda que pueda cumplir su rol como padre. Ante esta situación decide contratar a una abogada que pueda defenderlo ante esta problemática.
Este argumento a lo largo del film trata problemáticas delicadas como la tenencia de hijos y dejan al espectador con un nudo en la garganta frente a las circunstancias a las que se enfrentan los protagonistas.

En conclusión: excelente película, que como su título, presenta una historia principal simple pero que trata temas profundos y que deja en evidencia la humanidad de cada uno de los personajes que forman parte de la película. Altamente recomendable.