Pocos discreparán conmigo, en que la trilogía es una obra de arte.
Y si es cierto eso de que segundas partes nunca fueron buenas, F.F.Coppola rompe toda regla, añadiendole una tercera que poco tiene que envidiarle a sus antecesoras.
En esta última entrega nos muestra a un Michael Corleone mucho mas humano, intentando dejar un legado limpio de corrupción a sus hijos e intentado lavar el apellido Corleone.
También, cabe mencionar el papel de Andy García, interpretando a las mil maravillas al perfecto sucesor.
La manzana podrida de este reparto, es sin duda Sofia Coppola; inexpresiva y a la cual el papel le quedaba demasiado grande, sobretodo relucen sus carencias interpretativas cuando la situas junto a este magnífico elenco de actores.
Mi evaluación final a este última entrega es : ERA INDISPENSABLE.