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Voto de SunshineReactor:
5
Ciencia ficción. Acción Noviembre de 2019. A principios del siglo XXI, la poderosa Tyrell Corporation creó, gracias a los avances de la ingeniería genética, un robot llamado Nexus 6, un ser virtualmente idéntico al hombre pero superior a él en fuerza y agilidad, al que se dio el nombre de Replicante. Estos robots trabajaban como esclavos en las colonias exteriores de la Tierra. Después de la sangrienta rebelión de un equipo de Nexus-6, los Replicantes fueron ... [+]
9 de septiembre de 2014
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pero es una pena que se termine justo cuando empieza lo interesante. Ahí cuando están los dos dispuestos a "run" por la ciudad para que no los pillen. Hasta ese momento todo se desarrolla lentísimo como mínimo. Por eso tuvo que terminar ahí el rodaje, cuando llegaba lo bueno. Se había terminado el dinero, o algo.

Al final Blade Runner I es una crítica que demuestra lo chungos que podrán llegar a ser los robots en el año 2019. Vale la pena que uno se compre una Thermomix y no esperar al modelo del 2019. Al parecer, como mucho será un aparato histriónico, gritón y de decisiones peregrinas. Imagínese a su Thermomix en el momento de gloria haciendo un pastel de chocolate y, de repente cuando ya casi lo ha terminado, inicia un autolavado automático y defeca una amorfa pasta de chocolate. O cuando va a terminar un pulpo a la gallega, a punto de echarle el picante, decide automáticamente que en lugar de picante lo que necesitas es escuchar un discurso de archivo de Fidel Castro, y se confabula con el hilo musical. Solo falta que te ponga la pistola en la mano.

Los Nexus 6 salieron malos de carallo. Siempre que están a punto de matar al que hay que matar les da un chispazo y, o bien se ponen a emular a Nadia Comaneci para que el enemigo tenga el tiempo suficiente como para sacar su arma, apuntar y darle de lleno, o bien se ponen con monólogos filosóficos sobre "yo he visto y tú no" y "yo la tengo más larga". Mire usted, usted es un robot y punto. Y no diga replicante que se me sobrecalienta la placa base. Uno obsesionado con su falta de cariño: y venga a darle besos en la boca a todo María Santísima. Y la otra que tiene unas cuantas roscas que han perdido el dibujo de tanto apretarlas, y que no rige ni aunque le limpien los archivos basura de la memoria. Madre mía qué futuro.

De todas formas ya me parecía raro porque Ridley Scott es un replicante de director de cine. Para rara es la historia de amor entre Descartes y la otra thermomix, falta también de una buena configuración. Esa les salió bohemia y depresiva. No hay un robot normal. Entiendo ahora cuando mi madre se niega a tener teléfono móvil, ella debió ver Blade Runner y entender la que se nos avecina. No teníamos suficiente con el vecino que trata de ganar terreno a su finca invadiendo la nuestra tirando piedricas todas las mañanas con la pala, que ahora viene un robot inútil a hacerte la vida imposible soltándote el rollo para venderte una póliza de seguro por si no te quedas calvo y que incluye la versión 2019 de la Biblia y una cafetera que habla en verso y canta hip hop.

Me reservo mi opinión hasta ver la segunda parte. Espero que se dé un poco de prisa con las escenas de acción cuando se decidan a grabarla y que pueda haber más de dos, y que entre hostia y hostia no haya cincuenta mil primeros planos del sudor de Harrison Ford, que tiene pinta de aburrimiento por momentos y que, dicho sea de paso, va viejo ya. Como se esperen mucho van a tener que remasterizarlo también a él al ritmo que van. Y como se les dé por mantener este ritmo de "acción", ya pueden tener unas cuantas ampollas de adrenalina a mano que el café no va a ser suficiente para mantenerlo despierto.
SunshineReactor
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