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España España · Cáceres
Voto de Sinhué:
7
Drama Una joven es obligada por su familia a asistir a un centro de terapia para reorientar la sexualidad de jóvenes homosexuales. (FILMAFFINITY)
14 de noviembre de 2018
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El tema que plantea Desiree Akhavan, guión propio, adaptado de la novela de Emily M. Danforth, que transcurre por los años 90 del siglo pasado, podrían pensar algunos cándidos y desorientados espectadores que es algo antiguo, que no está de más revisar, pero que ha sido ya superado afortunadamente. ¡Craso error, desinformados optimistas! Sin acudir a lo fácil, a la hora de condenar el constante ataque contra la diversidad sexual, que es el hecho de los países en que aún existe la pena de muerte para comportamientos tan naturales como el que nos relata la directora irano-estadounidense; dejemos claro que en supuestas democracias avanzadas (si hay que dar crédito a los políticos) como la española, hay organizaciones socio-religiosas, si bien su denominación más certera sería: sectas con abundantes socios (concertadas y subvencionadas), que aplaudirían con las orejas los métodos de curación para desviados que propone el centro de recuperación de este film.

Porque es el caso que una simpática y dicharachera jovencita yanqui, hace poco más de veinte años, descubrió, antes de su puesta de largo (Sweet Sixteen), que a ella lo que le gustaban eran las mujeres, que disfrutaba mucho de su compañía y que comparativamente lo único que aportaba su novio oficial era aburrimiento y desasosiego. ¡Anatema!, gritaron quienes la querían e hicieron todo lo que estaba en sus manos para devolverla al buen camino, ¡el de la corrección!

Es el tipo de cine que tendría que servir de terapia a los inquisidores. En las democracias reales, si existieran, la sanidad pública debería recetar películas como esta a los homófobos. Imaginadlos atados a una silla, con cables que salen del gorro que abarca todo su cráneo rapado, rodeados de neurólogos y psiquiatras; con los ojos bien abiertos, enfrente la pantalla, sin pestañeo, mientras alguien con bata blanca echa gotas y les alecciona rítmicamente: es todo por vuestro bien no caca, pensad que ellos lo pasan divinamente; mejor que vosotros por cierto que estáis diagnosticados como reprimidos e inmaduros sexuales, si cumplís con el tratamiento algún día seréis tan felices como ellos.
Sinhué
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