Valorar el Internado en su totalidad es quizás injusto, ya que comenzó sorprendiendo con un planteamiento original (ya sabemos que España no va a la cabeza de ideas frescas y atrevidas) pero que con la llegada de las nuevas temporadas no ha hecho sino echar un buen saco de basura a la trama, liándola que no veas y creando una sensación de que los guionistas van elaborando los sucesos sobre la marcha como pueden, en vez de poseer una idea clara y firme de la historia principal. Vamos, que dejen de añadir y añadir confabulaciones, fenómenos paranormales y afectados por el conflicto porque a este ritmo en la próxima temporada vemos al conde Drácula.
Aunque cada vez es más infumable, si empezó con muy buen pien. La ambientación y la música son muy buenas, los actores malos compensan sus carencias con su deslumbrante físico (bueno, no todos...) y en definitiva engancha y tiene su propio estilo. Es un producto de cierta calidad que les está superando y que no saben bien como sacar adelante y que espero cambie de rumbo en la próxima tanda de capítulos, que ya sólo falta que Evelin sea una espía secreta.