Media votos
5.9
Votos
3,527
Críticas
4
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de ErikaKohut:
7
5.8
9,614
Drama
Año 1864. Durante la guerra civil norteamericana, la tranquilidad de una escuela femenina de Virginia donde sólo viven mujeres se ve alterada con la llegada de un apuesto soldado yanqui herido... Remake de "El seductor", dirigida por Don Siegel y protagonizada por Clint Eastwood. (FILMAFFINITY)
7 de octubre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy atrevida me pareció Sophia al versionear una obra de las características de El Seductor (The Beguiled) 1971.
Sin embargo, creo que ha acertado.
Y creo que ha acertado porque le ha dado un giro más que interesante, especialmente en los tiempos que vivimos, a los estereotipos de género.
A mí me fascinó la película de Don Siegel y, sin duda, la mejor interpretación que yo haya disfrutado de Clint Eastwood.
En el clásico, el director nos muestra al protagonista, un soldado yanqui malherido que es acogido en una escuela de señoritas sureñas, como ese animal acorralado que, viéndose en el peligro inminente de estar indefenso y dependiente ante el bando enemigo, despliega todas sus habilidades de seducción y embelesamiento como método de supervivencia, para no ser entregado.
En ningún momento sabes a ciencia cierta cuánto de lo que dice es en realidad sincero, a ninguna de las mujeres que conviven en aquella casa.
En esto Sophia ha sido bastante fiel.
Sin embargo, creo que ha acertado.
Y creo que ha acertado porque le ha dado un giro más que interesante, especialmente en los tiempos que vivimos, a los estereotipos de género.
A mí me fascinó la película de Don Siegel y, sin duda, la mejor interpretación que yo haya disfrutado de Clint Eastwood.
En el clásico, el director nos muestra al protagonista, un soldado yanqui malherido que es acogido en una escuela de señoritas sureñas, como ese animal acorralado que, viéndose en el peligro inminente de estar indefenso y dependiente ante el bando enemigo, despliega todas sus habilidades de seducción y embelesamiento como método de supervivencia, para no ser entregado.
En ningún momento sabes a ciencia cierta cuánto de lo que dice es en realidad sincero, a ninguna de las mujeres que conviven en aquella casa.
En esto Sophia ha sido bastante fiel.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
El matiz viene en que, si en la primera versión, Clint Eastwood se acaba convirtiendo en objeto de deseo y celos del resto de personajes femeninos, en esta versión de la Coppola, en ningún momento la tensión entre ellas pasa de alguna sutil increpación.
Si en la primera versión, la ira femenina se disparaba en todas direcciones, aquí hay un halo de sororidad que no se pervierte en ningún momento a lo largo de la película.
Y es que, si en la primera versión, queda patente la maldad y crueldad de las mujeres celosas y posesivas, capaces de cualquier vileza cuando no se salen con la suya, en esta versión, nada de lo que hacen tiene una razón malintencionada, fuera de la lógica y la practicidad.
Y es que Eastwood, acababa muy cabreado, al verse traicionado por el grupo de mujeres a las que, por otra parte, él había engañado y traicionado desde el principio.
Aquí Farrell, acaba muy cabreado, como la bestia parda que es, acusando injustamente de “zorras vengativas” a aquellas que lo acogieron, cuidaron y protegieron, aun siendo el enemigo.
Y, efectivamente, acaba convirtiéndose en uno peligroso e inestable.
Imposible no acordarse de La Noche del Cazador, Misery o del famoso Síndrome de Estocolmo, pues en el fondo, a lo que el soldado aspiraba era a poder quedarse en aquella mansión, rodeado de señoritas amables y complacientes, que lo mimen y cuiden con devoción hasta el fin de la guerra o de sus días.
Pues no.
Si en la primera versión, la ira femenina se disparaba en todas direcciones, aquí hay un halo de sororidad que no se pervierte en ningún momento a lo largo de la película.
Y es que, si en la primera versión, queda patente la maldad y crueldad de las mujeres celosas y posesivas, capaces de cualquier vileza cuando no se salen con la suya, en esta versión, nada de lo que hacen tiene una razón malintencionada, fuera de la lógica y la practicidad.
Y es que Eastwood, acababa muy cabreado, al verse traicionado por el grupo de mujeres a las que, por otra parte, él había engañado y traicionado desde el principio.
Aquí Farrell, acaba muy cabreado, como la bestia parda que es, acusando injustamente de “zorras vengativas” a aquellas que lo acogieron, cuidaron y protegieron, aun siendo el enemigo.
Y, efectivamente, acaba convirtiéndose en uno peligroso e inestable.
Imposible no acordarse de La Noche del Cazador, Misery o del famoso Síndrome de Estocolmo, pues en el fondo, a lo que el soldado aspiraba era a poder quedarse en aquella mansión, rodeado de señoritas amables y complacientes, que lo mimen y cuiden con devoción hasta el fin de la guerra o de sus días.
Pues no.