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Voto de santiago aragón:
8
Terror. Intriga Cuando Kathy Thorn da a luz a un bebé muerto, su esposo Robert le oculta la verdad y sustituye a su hijo por un niño huérfano, ignorando su origen satánico. El horror empieza cuando, en el quinto cumpleaños de Damien, inesperadamente, su niñera se suicida. Un sacerdote que trata de advertir a Robert del peligro que corre, muere en un inesperado accidente. El creciente número de muertes hace que Robert, por fin, se dé cuenta de que el ... [+]
28 de septiembre de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La profecía supuso en 1976 una apuesta importante por un cine de terror ambicioso. El hecho de que una major apostase fuerte por un film muy cuidado visualmente, con un look de primera clase (decorados, equipo técnico...) y un reparto de primera, con un peso pesado como Gregory Peck (¿cuántos actores consagrados de esa generación han hecho cine de género?) y estuviese dispuesto a rescatar al cine de terror de la serie B, de los actores jovencitos y gritones y del tomate (todavía no existia las franquicias de Viernes 13 y Elm Street, pero las películas de género de los 70 eran todavía peores, lo que ya es decir) dice mucho en favor de la inteligencia de ciertos ejecutivos de los 70, que por entonces también habían puesto en pie esa maravilla que resultó ser El exorcista (y que en los años 70 era mucho más revulsiva que hoy en día) La película de Donner no se queda atrás: sobria, exacta, elegante (muy elegante, tanto en el guión como en la puesta en escena), sugerente, es toda una combinación de lo nuevo (el satanismo era entonces nuevo, como lo fue La semilla del diablo unos años antes)y lo viejo (si entendemos por viejo una puesta en escena clásica, al servicio de los actores y de algo tan difícil de conseguir en el cine como una atmósfera determinada: la misma que asociamos, inmediatamente, a las producciones de Val Lewton de los 40) Contundente cuando hace falta (la resolución de algunas muertes es escalofriante) y jugando a fondo la baza de la dilatación temporal (los planos de Damien corriendo por el pasillo en su triciclo, dispuesto a matar a su madre, aparte de dar alguna idea al Kubrick de El resplandor, terminan con una imagen casi surreal del florero de cristal estallando que, muchos años después, recuerdo perfectamente), Donner hizo aquí lo mismo que en Superman, pero mucho mejor: poner al servicio de un tema nuevo una dirección reposada y sólida, con oficio y a la vez con la suficiente inventiva visual para que de la mezcla surgiera algo brillante. Guapísima Lee Remick y excelente Gregory Peck: la escena final en la iglesia se beneficia mucho de la experiencia del actor, muy entonado. Impresionantes secundarios: David Warner está genial.
santiago aragón
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