Emancipado ya de los terrenos mágicos de Hogwarts, Daniel Radcliffe nos arrastra con él hacia una antigua mansión destartalada con el objetivo de venderla. Allí descubrirá que los habitantes del pueblo donde se encuentra tal hacienda se muestran totalmente reacios a hablar de aquella casa y de la mujer que el protagonista cree ver. Cierto es que es un tópico del terror el rollo "me instalo en una peazo mansión de las viejas, de las que dan yuyu e intento averiguar por qué aparecen sombras justo a partir de las 00:00, qué puntuales coño". Pero James Watkings nos ha hecho un favor a aquellos que esperábamos que se retomara ese tópico. Pero a lo bien. Muy buena ambientación, grandes actuaciones, espectacular banda sonora y efectos de sonido. Y sustos no tan predecibles.

El final resulta una mezcla entre la esperanza y el desasosiego.