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España España · Cáceres
Voto de Tiggy:
7
Western. Comedia Después de atravesar medio desierto, Trinidad, un tipo muy diestro con el revólver, descubre que su hermano mayor, otro granuja como él, es ahora el sheriff de un pequeño pueblo. Como no tiene nada urgente que hacer, decide quedarse a comer y descansar por algún tiempo. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2020
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Divertidísimo spaghetti wéstern en clave de comedia y rodado al más puro estilo de la época dorada del subgénero que aborda el abuso de poder y la crítica religiosa como platos principales condimentados del egoísmo e hipocresía encarnados por una dúo protagonista de hermanos delincuentes que nada tienen que ver entre ellos: Terence Hill interpretando al despreocupado y habilidoso Trinidad junto Bud Spencer haciendo del fuera de la ley Niño. Ambos, tras encontrarse fortuitamente en un pueblo de mala muerte acosado por el mayor Harriman (Farley Granger) y sus hombres y, teniendo la intención de usurpar las tierras de un grupo de mormones, se verá las caras con Trinidad y su hermano ejerciendo de falsos aliados de la justicia en una disputa de dimensiones épicas, cada uno, por el beneficio propio. Lo que más me ha gustado es la espectacular y pegadiza banda sonora al más puro estilo italiano que acompaña el periplo de sus personajes dándoles un carácter informal y humorístico elegida al dedillo por Franco Micalizzi e implantada a la perfección por todo el equipo de sonido que hacen una labor inexpugnable para que las melodías conduzcan a sus personajes acompasando sus acciones, sí que el tema principal, siendo una maravilla, se repite mucho a lo largo del metraje, factor que me ha recordado a La noche de Halloween (John Carpenter, 1978) en ese aspecto. El dúo protagonista desborda complicidad en pantalla apoyándose recíprocamente en cuanto a acción escénica y diálogos, algo que realza muy bien un guión dinámico que proporciona a la película un ritmo ágil para el completo cumplimiento del cariz de entretenimiento que tiene como fin primordial. A pesar de ser un wéstern, las grandes escenas de tiroteos brillan por su ausencia, sustiyéndolas por secuencias de acción constatadas en combates cuerpo a cuerpo en los que brilla Bud Spencer, actor muy consolidado a ese tipo de recursos, donde el control sobre el espacio que ejerce Enzo Barboni (tanto abiertos como cerrados) es abrumador por la cantidad de objetos móviles que debe enfocar a la par o en cortos períodos de tiempo de rodaje, apoyándose en planos generales que abordan tanto los hermosos decorados como la mayor parte de la acción, alternando con paneos cuando son necesarios para el retrato amplio. Es muy notable la influencia de Los siete samuráis (Akira Kurosawa, 1954) o, en su defecto, de Los siete magníficos (John Sturges, 1960) sobretodo en el tramo final. La crítica religiosa va más allá de lo que presenta la comunidad mormona escénicamente: Barboni pone en jaque la impasividad absurda que manifiestan todas las religiones hacia acciones que van a perjudicar tanto a uno mismo como al prójimo y, aún sabiéndolo, dejando todo en manos de Dios o de terceros, de forma hipócrita, para la posible salvación, conteniendo una escena maravillosa de liberación de las ataduras de la religión en pos del bien comunitario y mundano. Estoy bastante segguro que tanto por relación entre Trinidad y El Niño, siendo hermanos, como por sus personalidades, ha influenciado el que será clásico Los hermanos Sisters (Jacques Audiard, 2018), hasta por aspecto y fisionomía de ambos dúos protagonistas (Bud Spencer - Terence Hill y John C. Reilly - Joaquin Phoenix). Funciona como acción, como comedia, y como wéstern de manera divertida y placentera. Siguiente parada: California. (7.5).
Tiggy
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