Sin conocer su precedente (Gustav Möller, 2018), se puede declarar la inmersión instantánea hacia el suspense de una trama que parece retratar una pesadilla burocrática, advirtiendo previamente una conceptualización protagónica a través de un Jake Gyllenhaal abrumado por la desazón de un trabajo controvertido y unas tramas asimiladas. Sus espacios son realmente claustrofóbicos, las limitaciones que rodean su guion están indicadas para acrecentar la tensión y dominar esta para que todo gire en la imaginación del espectador.

De esta forma el suspense se realiza con un doble lenguaje: lo que se demuestra en pantalla y el temor visual que irradia cada escena donde se desarrolla el conflicto. Increíblemente Fuqua elabora un plot twist que deja mudo a cualquiera, yendo más allá de lo sorprendente y juzgando la realidad actual en lo que respecta a la salud pública y el apoyo estatal ante problemáticas policiales y de familia.

Basado en el guion original de Nygaard Albersten y Gustav Möller, adaptado esta vez por la propuesta narrativa de Nic Pizzolato), "The Guilty" (Antoine Fuqua, 2021) es un enfrascado e intimista trasfondo sobre la última voluntad de un hombre arrepentido por sus actos. Es grato reconocer que su linealidad discursiva se presenta por grandes momentos temerosa y entregada hacia la sensación de descontrol ante tanto impacto entre el acto de proteger y servir, pues esta acción sólo puede ser auspiciada en la rutina cuando la cordura se ha apoderado plenamente del individuo.