No deja de sorprende que solamente 2 personas se hayan tomado la molestia de escribir sobre este asesino cruel, monstruo, psicópata y demente sádico. Y poco más de 200 y pico la hayan votado.
Sinceramente esperaba poco de la película y ha sido un interesante descubrimiento.

Hace años me topé con la obra de vanguardia que escribió Koltès.
No la leí pero por lo que sé, nada tiene que ver con la verdadera historia contada aquí.
Un Koltès más furioso de lo habitual, muriéndose de sida encontró material para sus delirios.
Cito: "Aquel hombre mataba sin motivo alguno y por eso que para mí, es un héroe."
Esta frase resume la obra de teatro de Koltès.
Al poco de acabarla murió.
Sin duda la leeré. Aunque antes leeré la del también Francés, Pascale Froment, en la que se basa la película.

Para Koltés, Succo, fue una mera excusa para agredir a la sociedad y divagar en sus confusos discursos.
Aquí se cuenta la historia de este asesino, psicópata, mentiroso patológico.
Qué empezó matando a sus padres. Y si las fotos que salen en las película se asemejan a ese parricidio.
Se me agotan los calificativos.
Su padre era policía y vivían en Mestre, un suburbio de Venecia.

El ritmo es frenético, incluso demasiado, para mí. Aunque eso te mantiene pegado a la pantalla.
Desde luego que si lo que cuenta es cierto y sólo cambió algunos nombres de víctimas y personas que se toparon con este descerebrado y truculento asesino, cómo así parece ser.
Hurga con mérito en la idiosincrasia de un asesino sin motivos, por placer y subsistencia en su cruel supervivencia y caprichos.

Otro acierto es que su director, no se regodea en el morbo y lo sangriento.
Muestra, no juzga, ni toma partido.
El Succo, real no era tan atractivo aunque no era feo.
Stefano Cassetti crea una elaborada, llena de matices y convincente recreación del personaje.
Por cierto es un actor no profesional.
También es un acierto, la bellísima, atractiva, Isild Le Besco.
Con su inocente lujuria siempre a punto.

La música bien escogida, crea ambiente en los momentos necesarios o refuerza las imágenes.
Muy aconsejable verla en Vose, pues él se hace pasar por Inglés, Francés, Holandés.

Hay escenas duras como no podría ser de otro modo, pero no se regocija en ellas.
Cuándo acabas de verla tienes una idea muy aproximada de la turbulenta existencia y las psicopáticas vivencias y personalidad de este Roberto Succo, que por allí donde pasó dejó un reguero de dolor, sangre, miedo y una estela de muertes y crueldades gratuitas.
Toda una sorpresa y descubrimiento de alta calidad cinematográfica.