Y ese fui yo, a primera vista. Porque me bastó verla sólo una vez para apreciar el arte que tiene.
Lo bien dirigida, actuada y contada que está. Porque Forman jamás hizo una película igual y porque Nicholson y Fletcher (en los papeles de sus vidas) jamás volvieron a actuar tan bien.
En el caso de Nicholson, es un gran actor, pero la cumbre de su carrera de actor fue este film. Porque otros podrán decir El resplandor, Batman, La fuerza del cariño, Mejor imposible. Pero en esta película el tipo la descose, la rompe actuando. Su interpretación (merecidísima del Óscar) del loco Randall McMurphy es mítica e icónica en el cine. Jamás olvidaré ese gorro de lana negro, esa locura linda, ese liderazgo carismático que ejercía sobre los demás pacientes del psiquiátrico. Y este loco tenía razón, porque quería sacar lo mejor de cada uno de ellos, a contrario de lo que quería la enfermera (notable Louise Fletcher) quien los oprimía para debilitarlos aún más.
La banda sonora es increíble, puede pasar inadvertida para algunos pero no para mi.
Y que decir de "El Jefe". Desde que apareció llamó la atención. Luego demostró que se puede decir todo sin decir nada. Porque no importa su silencio. Importa la grandeza que hay dentro suyo, los valores de amistad para con Randall que los sostiene hasta el final. Y que decir del final, ojalá pudiera contarlo. Es mítico. Ojalá nunca hubiera terminado esta película.
Pero termina en un momento y eso es lo único malo de verla.