A lo mejor la puntuación que le he dado a esta cinta tiene algo que ver con ser yo titulado en producción de audiovisuales... o a lo mejor muchos deberían aprender del señor Oren Peli sobre cómo se lleva un negocio...

Damas y caballeros, les guste o no les guste, ¡esto es cine! Transmitir una idea simple de la manera más efectiva posible, y sacarle de paso un pastizal memorable. A ver, esta es una peli de MIEDO, así que vamos a pasar miedo, ¿no? Pero miedo de verdad y punto. Si descubrimos durante su visionado algún giro más típicamente de un blockbuster sobrenatural, solo vamos a explorarlo superficialmente, sin llegar a resolverlo con alguna explicación fantasmagóricamente manoseada, porque, como digo, lo que aquí se busca es acojonar con mayúsculas, y ya está. Y el suspense que crea este hecho incluso ayuda a dicho objetivo -aunque sea un detalle que se aniquila totalmente en sus desastrosas secuelas-.

Y la peli acojona de verdad. La situación de la cámara y la disposición de la habitación crean un plano simplemente PERFECTO. No perfecto para poetizar un drama, ni para expresar quince metáforas en una foto, ni para mostrarnos al típico monstruo sobrecargado, no, es un plano perfecto para acojonar y punto. Joder, no será efectivo el plano que nos lo han colocado como cartel de la peli, y realmente, como carta de presentación habla por sí sólo... es más, lo dice todo. Échale un ojo y sabrás qué peli vas a ver. Cojamos, para justificar este plano (que no el guión, que en sí no debería justificarse), un recurso más que explotado como es el de "cámara/video aficionado", y añadamos el más que efectivo detalle de simular un visionado posterior, pasando rápidamente las partes en las que no ocurre nada, y deteniendo el flashforward cuando va a comenzar la acción, temporizador incluido. Obtendremos así una fuente de suspense extremadamente eficaz, a la par que original. Después, dosifiquemos este suspense de menos a más pero sin llegar al extremo autodestructivo de mostrar nada explícito, y hala, a pasar canguelo del bueno, mientras nos mofamos abiertamente de Kubrick o Scorsese, que ahora parecen empollones que desperdiciaron sus vidas sobre un estudio con flexo.

¿Algo más? ¡Por su puesto! Si ya de por sí la película planteada no supone un desembolso tan siquiera destacable (sin cámaras profesionales, sin efectos digitales, sin guión rebuscado, sin actores de renombre...) va encima Oren, el muy desgraciado, y le pide la casa prestada a un conocido. ¿Conclusión? clase magistral de producción: gastarse cuatro duros en los medios más eficaces para conseguir un objetivo simple y concreto; algo que también se traduce como "ganar una pasta poderosa".

Así que olvídate de interpretaciones estelares, giros de guión inesperados o diálogos con fundamento. Apaga las luces del salón y prepara una manta fina porque te va a llegar a la barbilla. Predisponte a pasarlo mal y te aseguro que lo vas a pasar genial, porque sin duda "Paranormal Activity" es todo un referente de eficacia en su trabajo: dar mucho miedo.

Damas y caballeros, les guste o no les guste, ¡esto es cine!