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Voto de Bloody princess:
7
Terror Marc Stevens, un cantante venido a menos que se dedica a actuar en residencias de ancianos, tiene una avería en una noche de tormenta en pleno bosque. Un lugareño se ofrece a prestarle ayuda y lo acoge en su casa, aislada del pueblo. Pero los problemas de Marc llegan cuando su anfitrión le confunde con una persona que conoció. (FILMAFFINITY)
27 de octubre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Calvarie es una película extraña, pero no por ello menos interesante, que nos sumerge en una atmósfera de profunda tristeza, oscuridad y pesimismo. Cuenta la historia de Marc Stevens (Laurent Lucas), un cantante que se gana la vida amenizando las Navidades en residencias de ancianos. En el trayecto desde una de ellas hacia su próxima actuación se le hace de noche bajo una fuerte tormenta, y su furgoneta sufre una avería. De casualidad, encuentra por allí a un hombre bastante peculiar, que está buscando a su perrita perdida y que se ofrece a llevarle a la posada del pueblo.

Ésta está regentada por Bartel (Jackie Berroyer), un hombre bastante amable en apariencia, que le ofrece una habitación y ayuda para arreglar la furgoneta. Durante la cena Bartel le confiesa, con profunda tristeza, que ha sido abandonado por su mujer, Gloria, una cantante que amenizaba el negocio, y le advierte que no debe relacionarse con la gente del pueblo. Pasados un par de días, y al ver que su furgoneta sigue sin estar arreglada, que su teléfono ha desaparecido y que Bartel empieza a comportarse de manera extraña, Marc irá en busca de ayuda al pueblo. A partir de aquí comenzará el auténtico calvario de nuestro protagonista, ya que el posadero verá en Marc a su esposa desaparecida y hará todo lo posible porque esta vez “ella” no le abandone.

La trama se desarrolla de manera pausada y no veremos grandes dosis de violencia, por lo que puede no ser del agrado de un público más atraído por una violencia más explícita. Pero no nos dejemos engañar, Calvarie es una película aterradora. Nos recuerda vagamente a películas de terror rural como “La matanza de Texas” o “Wrong Turn”, pero aquí no encontraremos a lugareños, cuchillo en mano, dispuestos a despedazar a los “intrusos”, sino que seremos testigos de un terror más sutil pero devastador.

Lo más remarcable de la película es ese sentimiento de tristeza que lo inunda todo, hasta al espectador. Veremos como Marc, un cantante que se ha visto obligado a realizar trabajos de poco prestigio en residencias de ancianos, que no le hacen nada feliz, aceptará la sumisión y el martirio que le infringe Bartel prácticamente sin oponer resistencia. Por otro lado, el posadero triste y atormentado desde que le abandonó su esposa, ve la llegada de Marc como un rayo de luz. Una nueva oportunidad que le ha brindado la vida de volver a ser feliz al lado de su “esposa”. El resto de habitantes del pueblo están desolados y traumatizados por la ausencia de mujeres en el pueblo, lo que les lleva a comportarse de manera bastante extraña entre ellos y con su entorno. Cuando descubran la existencia de Marc, transformado en este momento en la mujer de Bartel, todos intentarán apoderarse de “ella”, como su única esperanza para ser felices. Gran escena final, donde veremos los momentos más violentos de la película, donde Marc sufre un gran número de ataques aberrantes.

Pero, sin duda, este sentimiento de tristeza y desolación, del que seremos incapaces de liberarnos una vez terminada la película, también se transmite perfectamente a través del entorno en el que se desarrolla la historia. Un pequeño pueblo perdido en alguna parte, aislado prácticamente por la nieve y por los bosques, rodeado de zonas pantanosas, donde todo es decadencia y abandono.

Gran trabajo de su director, el belga Fabrice Du Welz, que ha hecho un uso perfecto de la música y de los paisajes envueltos por la niebla y la lluvia para dar más énfasis a esta sensación de pesimismo. También es destacable el gran trabajo que realizan los dos actores principales, Laurent Lucas y Jackie Berroyer, que hacen unas interpretaciones excepcionales, logrando hacer creíble esta historia tan bizarra.

Sin duda recomiendo esta película a todos los amantes del cine de terror a los que no les importe acercarse a propuestas alejadas de los convencionalismos que inundan el género. No creo que sea necesaria la aparición de monstruos, motosierras, ni litros de sangre, para producir pavor. El terror sutil, que va adentrándose poco a poco en tu mente, destruyendo todo a su paso, es el que permanece con más fuerza en tu memoria.
Bloody princess
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