Reconozco que a priori no las tenía todas conmigo, temeroso de estar a punto de asistir a un subproducto con todos los vicios de la celebérrima “Intouchables” (Intocable, 2011) y ninguna de sus virtudes. No obstante, las fecundas colaboraciones de Paul Rudd con Judd Apatow, Seth Rogen y demás adalides del humor gamberro de la última década le granjearon una oportunidad de la que no me arrepiento en absoluto.
“The Fundamentals of Caring” es una agradabilísima comedia, “made in” Netflix y que se adorna, además, con una cuidada factura indie y la agudeza de unos diálogos por momentos antológicos. Así, y salvo muy contadas ocasiones en que se deja llevar por cierta cursilería, mantiene la sonrisa perennemente pintada en el rostro incluso del espectador menos predispuesto —doy fe—, logrando puntuales estallidos de una hilaridad franca y saludable y reconciliándonos con el género humano —valga el tópico— durante la hora y media que dura.
Su evolución hacia la “road movie” le permite eludir el riesgo de reiteración en que hubiera podido incurrir y da la bienvenida a nuevos personajes con que enriquecer la de por sí sugestiva relación entablada entre los dos protagonistas. Especialmente positiva resulta la aportación de la ex princesa Disney Selena Gomez, cuya autoestopista malhablada constituye un soplo de aire fresco que le viene muy bien a la película para sostener el listón —entre la ternura y el esperpento— establecido durante su brillante primer tercio.
Pero si algo destaca en “The Fundamentals of Caring” son Paul Rudd como escritor ágrafo metido a cuidador y, sobre todo, el adolescente con distrofia muscular encarnado por un excelente Craig Roberts, flemático y cínico como sólo un británico puede serlo. Los divertidísimos vaciles de Rudd con Seth Rogen en “The 40- Year-Old Virgin (Virgen a los 40, 2005) y “Knocked Up” (Lío embarazoso, 2007) encuentran aquí continuación de gran altura, con esa comicidad de cara de póker que caracteriza a Roberts, alma y revelación de una cinta, en definitiva, muy recomendable.