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España España · Valencia
Voto de Carorpar:
8
Thriller. Drama. Intriga Basada en hechos reales. Tras el asesinato de varios atletas israelíes por el grupo terrorista palestino "Septiembre Negro" durante los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, un agente especial del Mossad tuvo que ejecutar una misión altamente secreta: asesinar a los responsables. (FILMAFFINITY)
9 de agosto de 2014
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película muy sugestiva y francamente apropiada para los tiempos genocidas que corren. Spielberg, a quien tiende a descalificarse como una especie de sionista con la bayoneta entre los dientes, plantea una reflexión nada complaciente en torno al terrorismo de Estado practicado por Israel y su insidioso tránsito por la delgada línea que separa a la víctima del victimario. Obedeciendo a una lógica propia, la violencia se alimenta de violencia, de modo que tratar de combatirla con más violencia es como añadir combustible a un incendio. Eso es lo que Israel no entendió en 1972. Y sigue sin entenderlo. O quizá sí, y sus recientes bombardeos indiscriminados persiguen una retroalimentación legitimadora tan enfermiza como terrible. En cualquier caso, "Munich" es un ajustado retrato del clásico método "acción-reacción-acción" en que se basan los grupos terroristas, sean del signo que sean y se ubiquen a este o a aquel lado de la legalidad.
Condicionamientos éticos aparte, "Munich" funciona a las mil maravillas como "thriller", en unos casos de acción, político en otros. Llega a presentar, incluso, ribetes evidentemente hitchcockianos- la segunda, llamémosla, "operación" del comando del Mossad encabezado por Eric Bana constituye un ejemplo palmario de lo que el mago del suspense explicaba a Truffaut en su maravilloso libro de conversaciones (F. TRUFFAUT. "El cine según Hitchcock". Alianza Editorial. Madrid. 1974).
El pulso narrativo se mantiene firme durante las más de dos horas y media de metraje, hasta el punto de que éstas parecen pasarse en un suspiro. El característico descolorido que Janusz Jaminski aplica a la fantástica fotografía nos retrotrae fielmente a los primeros setenta, fidelidad a la que contribuye el impecable diseño de producción marca de la casa.
Sólo una cosa desentona en el excelente conjunto: su protagonista. Eric Bana es un actor pésimo, cuya mirada bovina no trasluce sino el vacío más absoluto, así que exigirle que transmita siquiera una ínfima porción de los dilemas y el cargo de conciencia que debieron de asaltar a su personaje es poco menos que pedir la luna, o la Biblia en verso. Rodeado- devorado, más bien- por un potente elenco de secundarios- Daniel Craig, Ciarán Hinds, Geoffrey Rush-, su inoperancia queda de manifiesto con mayor crudeza si cabe. Eso sí, ese look suyo a medio camino entre Rafael Alkorta y Jon Snow es un innegable "must".
Carorpar
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