Hay películas que están hechas para golpear. Por lo que cuentan, por los dilemas de los personajes, por la forma en que muestra la historia, detenida en pequeños detalles. Quién te cantará tiene un mucho de todo esto, haciendo una propuesta arriesgada, valiente y tremendamente personal.

Como ya pasaba en la anterior película de Carlos Vermut, se cuentan las peripecias de personajes que toman decisiones extremas, que encierran drama y terror, y el espectador solo puede tragar saliva y dejarse llevar. Ayuda mucho que se preste atención hasta en las mínimas aristas, fusionando canciones y voces de Najwa Nimri y Amaral, mostrando fantasmas que salen y entran de paredes, o alusiones a Kafka en modo camisetas. Las interpretaciones están sublimes, aunque destacar por encima de todas la de Eva Llorach, que se come la pantalla y casi a la musa que ha de suplantar. Y con un final tan coherente como brutal, tan lírico como real. Una película que no deja indiferente, y que es mejor ver, para no desvelar nada antes de tiempo. Una de las joyas del año.