Hace varios días que pasó el visionado de esta película y aún no consigo entender dos cosas: ¿qué pretendían los creadores de la misma al hacer un tele-filme de domingo por la tarde en Antena 3, solo que rodado en 12 años? y ¿qué ve la crítica para endiosar una basura de semejante calibre?

Intuyo que la respuesta puede ser similar a ambas preguntas, y es que señores, asistimos a un caso de "theartistitis", a saber, el término refiere a plasmar un bodriaco de una forma técnicamente original o inesperada, con el único fin de ser alabado por aquellos que siguen la moda de aparentar intelectualidad y erudición, pero sin tener ni idea de lo que implica y significa darle un par de vueltas a la cabeza (esto último en sentido metafórico, claro).

Boyhood lo ha conseguido, ha conseguido eclipsar la inteligencia del espectador masa con la historietilla del proceso de rodaje; del mismo modo que una cáscara de nuez tirada en el suelo de un museo eclipsa la inteligencia del visitante con la historietilla de que eso es arte moderno. El mismo protagonista representa ese rol social que la película desempeña en el panorama cinematográfico, solo que en el panorama de la civilización occidental. Me explico, si Boyhood o The Artist desempeñan el papel de aparentar calidad por medio de la innovación técnica o estética; el protagonista de Boyhood representa ese típico chico que aparenta ser diferente, ser profundo e interesante a base de hacer fotitos, ponerse pendientitos y tener una familia desestructurada, pero que en realidad es más vacío y más guay que una gorra de rapero.