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España España · madrid
Voto de namusi:
5
Drama Secuela de la popular cinta de 1987 "Wall Street", ambientada 20 años después. Una vez puesto en libertad, después de cumplir una prolongada condena en prisión, el implacable tiburón de las finanzas Gordon Gekko (Michael Douglas) se siente desorientado dentro del mundo que en tiempos dominó. Buscando rehacer sus arruinadas relaciones con su hija, Gekko conoce por casualidad a Jakob (Shia LaBeouf), su prometido. Juntos proyectan apoyarse ... [+]
18 de octubre de 2010
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Oliver Stone tiene una carrera enfocada en dos ámbitos: el cine comercial de los grandes estudios y superproducciones (“Alejandro Magno” cómo ejemplo máximo) y su pseudo cine-documental (“Al sur de la frontera”) en el cual muestra más abiertamente sus creencias políticas y personales, pero, la mayoría de las veces, se entrecruzan.

¿No tenemos ni ideas ni una película de éxito hace años?¿Qué hago? Se debió plantear el Sr. Stone y que mejor que resucitar a su viejo personaje, Gordon Gekko, que tan buenos resultados y alabanzas le supuso hace más de dos décadas, cuándo el movimiento de los “yuppies” estaba en su máximo apogeo.

La primera media hora se hace interesante. Nos presenta a los personajes de una forma amena y entretenida (a esta parte no se la puede poner ninguna objeción, tal vez el abuso del movimiento de la cámara que produce cierto mareo): los nuevos personajes que van a ser el hilo conductor y el reencuentro con Gekko recién salido de la cárcel.

El resto no deja de ser una sucesión de pinceladas de una historia que no deja de ser previsible. De pequeñas y grandes venganzas. De “intentar” explicar cómo funciona el sistema económica internacional y Wall Street como el verdadero enemigo de la humanidad.

Podemos destacar como mérito que es uno de las primeras historias llevadas a la gran pantalla que intenta explicar el porque de la crisis actual mundial.

Su gran demerito y que hace que se desmorone totalmente la película es el funesto tramo final buscando un “happy end” edulcorado y redentor, sin pies ni cabeza que deja sin cabeza el tronco de la historia.

Nada podemos reprochar de la interpretación de los actores que hace más atrayente la historia (sobre todo Michael Douglas en el papel que en su día le doy el Oscar y le encumbro) pero ni eso es suficiente para ir más allá que una simple historia que podría haber sido más mordaz.
namusi
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