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España España · Babilonia
Voto de Víctor:
8
Serie de TV. Ciencia ficción Serie de TV de 176 episodios (1987-1994) conocida también como "Viaje a las Estrellas: la Nueva Generación". La historia se desarrolla en el siglo XXIV, un siglo después que la de la serie original. Narra las aventuras de la tripulación del USS Enterprise (NCC-1701), una nave tipo Galaxia diseñada para la exploración, la diplomacia y, en caso necesario, para la batalla. Su capitán es el intelectual y carismático Jean-Luc Picard. Como en ... [+]
17 de noviembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ha pasado casi un siglo desde aquella misión de exploración de cinco años que nos mostrara la Serie Original de Star Trek, con el capitán Kirk al mando de la clásica tripulación de la nave Enterprise y setenta años desde lo que sucediera en los eventos de la sexta y última película de la saga original “Star Trek VI: Aquél país desconocido”. Ahora (año 2.363, según la serie) y tal y como vimos en esa última aventura cinematográfica, los klingon son aliados de la Federación y la principal amenaza son los Cardasianos y, sobre todo, los Romulanos.

Tenemos personajes nuevos, frescos, pero que recuperan la esencia de la original; y eso que estar a la altura de la tripulación clásica no era tarea fácil. Pronto se le coge cariño a esta nueva tripulación – aunque ya cada uno pueda preferir una u otra –, desde el excelente Jean-Luc Picard (fantásticamente encarnado por el actor Patrick Stewart) dándole vida a un capitán con un talante y aptitudes muy diferentes a las de Kirk, hasta el androide Data, pasando por la consejera Deanna Troi, el primer oficial Riker o el rudo pero benévolo klingon Worf, entre muchos otros, incluyendo unos secundarios recurrentes muy bien insertados. Y lo mismo pasa con los villanos, algunos clásicos y otros nuevos, destacando en este último grupo el temible colectivo Borg. En cuanto a lo más clásico, vemos personajes familiares con aparición en algunos capítulos, como Hikaru Sulu, Scotty, el mítico Spock o su padre, el diplomático Sarek. Se hace homenajeando la original, pero sin caer en la necesidad de la referencia constante. Esta nueva Star Trek, aunque manteniendo los fundamentos clásicos, anda su propio camino y se vale de sí misma para convertirse también en una imprescindible de la ciencia-ficción por méritos propios.

Por suerte, aquí no hubo tantas limitaciones como en los sesenta (ni a nivel presupuestario, ni ético-político) y eso dio a una edad dorada para la franquicia Star Trek, volviendo a su formato original y esta vez pudiendo atreverse con lo que la clásica no pudo. La dosis de “ciencia” está bien equilibrada con la de “ficción”, con referencias y conceptos científicos gracias a un buen esfuerzo documental como ya lo hiciera su predecesora y con un resultado igual de satisfactorio. Aún así, este esfuerzo por cierto realismo (que tampoco es tanto después de todo, pues Star Trek también tiene un toque fantasioso que es parte intrínseca de la franquicia y que viene heredado de la ciencia-ficción clásica, como Flash Gordon o John Carter); no quiere decir que no haya un gran despliegue de medios, sino todo lo contrario.
En esta misma línea, cabría decir que los efectos especiales cumplen más que de sobra, apreciándose mucho la mejora técnica entre esta y la serie original, incluyendo la mezcla de maquetas y otros efectos artesanales con las técnicas digitales que se empezaban a abrir paso. Puede que haya algunos efectos que hoy día hayan envejecido no del todo bien (sobre todo parte del CGI dado los avances en este campo de los que disfrutamos hoy día), pero habría que tener muy mala uva para calificarlo como un defecto. Por el contrario supusieron todo un hito para tratarse de una serie de televisión que se estrenó, no lo olvidemos, en 1987. Incluso antes de que la saga clásica concluyera en el cine. Otros aspectos que destacan y que podemos mencionar son los decorados o el espléndido maquillaje, fruto de un apartado artístico muy cuidado y trabajado como ya es costumbre en la franquicia. También tenemos una banda sonora a la altura, con una mención especial al tema principal que introduce la serie, que cumplen tan bien como en la original dándonos ese soniquete introductorio.

Y es que siete temporadas dan para mucho y aun manteniendo esa línea de exploración y diplomacia propia de Star Trek, volvemos a tener historias de todo tipo: desde algunas con más acción y épica como “Lo Mejor de Ambos Mundos”, a otros más volcados en el thriller político como “Unificación” o “Redención”, pasando por episodios distendidos y autoconclusivos, pero que se emplean bien en profundizar no sólo en los personajes, sino en todo lo que rodea el universo de Star Trek por medio de historias de lo más diversas, como es tradicional, con ese toque tan auténtico y genuino. Así se llegan a abarcar temas tales como la xenofobia, los choques culturales, la sexualidad, la intervención en otros mundos ajenos a la vida galáctica (la famosa "Primera Normativa") o la búsqueda vital que nos da lugar en el universo, como ocurre en el caso del androide Data, que como en otras grandes obras de ciencia-ficción, nos hace plantearnos cuestiones de gran calado existencial en torno al limite de la inteligencia articial y la vida tal y como la entendemos.

En definitiva, la continuación que merecía Star Trek. Una secuela y relevo totalmente a la altura y según mi criterio, muy merecedora del estatus de joya de la ciencia-ficción que muchos le otorgan junto a la Serie Original. Esta nueva tripulación de la nave Enterprise también acabaría dando el salto a la gran pantalla con cuatro películas que continuarían la historia de estos personajes, concluyendo con "Star Trek: Nemesis". Y para quien aún quisiera más, ahí están sus series spin-offs: “Espacio Profundo 9” y “Voyager” que continúan la historia de la Federación en este mismo periodo desde perspectivas diferentes y en paralelo a las películas.

Gracias Gene Roddenberry.
Víctor
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