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España España · asturias
Voto de javieritos:
8
Terror. Thriller Una mujer joven que estudia los hábitos de los usuarios del chat con webcam desde la aparente seguridad de su apartamento, es testigo de un asesinato brutal y se sumerge rápidamente en una pesadilla. (FILMAFFINITY)
15 de abril de 2014
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
“The Den” no es ni mucho menos la película del año. Tampoco la cinta de terror del año, ni el mockumentary siquiera. Pero es un buenísimo ejemplo del cambio maravilloso y magnífico que el subgénero ha experimentado en los últimos tiempos. Ya he comentado en alguna de mis críticas que no era yo muy devoto del found footage, pero amigos, lejos de estar muerto y enterrado, el subgénero está experimentando una resurección-qué apropiado en estas fechas-y nos está brindando unas películas escalofriantes, creíbles y hasta fascinantes.
Zachary Donohue, responsable último-aunque la auténtica embajadora de la película es ese mujerón en potencia que es la natural Melanie Papalia, a la que descubrimos en aquella TV movie canadiense terrible “Encerrada“ de Andrew C. Erin hace cuatro años ya y en Smiley(2012) ya como protagonista y sobre la que recae todo el peso actoral de la cinta.
En este caso ella es Elizabeth, una alumna de doctorado que presenta el proyecto de analizar la evolución (¿no será involución?) de las relaciones sociales gracias a portales como The Den (aquí conocido como chat roulette) en el que ya no hay al menos el anonimato físico del chat. Pues bien, iniciado el proyecto, se implica demasiado, pues entre las imágenes que la webcam le devuelve presencia un posible asesinato y es elegida por un (/os) asesinos despiadados que pueden hacer de su vida y la de los suyos un infierno.
Vale, el argumento no es que sea una revolución de guión. Es en principio bastante típico. Pero conforme la cinta va desarrollándose, el torture porn entra en acción y acaba convenciendo muchísimo más de lo esperado.
La historia engancha desde el minuto uno, nos guste o no, y se va precipitando y tomando impulso casi con la misma velocidad que la conexión de banda ancha de nuestra preciosa protagonista, gracias a un montaje cuidadísimo, donde no hay lugar a errores-que sería lo normal cuando hay momentos en que son cinco o seis las fuentes de grabación que se alternan- y que es sin duda lo mejor de la cinta. La narración, simple, en primera persona, ofrece la maravillosa posibilidad de empatía y el desarrollo de los acontecimientos va ocurriendo en el momento más oportuno y termina siendo precisamente lo más lejano al término predecible que cabe.
Los aspectos técnicos son francamente espectaculares, sin alardear de ellos en ningún momento pero cumpliendo en todo momento y tanto la puesta en escena como las interpretaciones son más que destacables.
Siento que la mayoría de estas películas tienen el potencial absoluto de fracaso, y son carne de cañón de la crítica por los errores más leves pero esta cinta difícilmente se expone a ello y su concepto atrevido y giro final harán las delicias de cualquier degustador del cine hardcore.
Si la finalidad de un found footage es meterte en la trama, creerte por momento lo que ves y en este caso, pasarlas un pelín “putas”, la cinta lo logra sobradamente. Sólo os diré que desde que la ví, mi webcam está tapada con un esparadrapo...
En unos tiempos en los que el concepto de terror parece medirse según los valores básicos de producción, la falta de scripting, y la capacidad de levantar al espectador de la butaca con sustos obvios acompañados de subidas de volumen no puedo sino recomendaros una peli diferente, que evoluciona por sí sola y que tiene la capacidad de aturdir.
Bien es cierto también que a los más curtidos no les parecerá nada del otro mundo, pero una peli cuya fortaleza precisamente es su compromiso absoluto con el estilo-todo lo que ves es la pantalla de un ordenador portátil, con la webcam de la protagonista como si el propio espectador tuviera pendiente un video - chat con ella, adentrándonos en ventanas que contienen su correo electrónico, y otras aplicaciones-merece al menos una oportunidad por su brillante concepto estético y su fabulosa ejecución.
La dosis de terror está más que bien resuelta y la cosa se pone bastante espeliuznante conforme la peli avanza hasta su brutal, cabestro y genial final, uno de los mejores ejemplos de giro lógico y sorprendente a la vez en una cinta de género que he visto en mucho tiempo.
Entretenida, interesante y apasionante con un concepto original (ya era hora) que nos hace reflexionar, queramos o no (y yo soy de muy poca reflexión) sobre cómo ha mutado la sociedad moderna y en especial la comunicación social gracias a los avances constantes de internet. Aquí el mal no se banaliza, se toma muy, muy en serio, y aunque el argumento caiga en torpezas de perogrullo, el suspense y la tensión se sienten, se sufren y llegan a parecer (sólo parecer, en este juego de espejos que es el metraje encontrado) casi reales.
Lo mejor: Tiene momentos condenadamente inteligentes y la magnífica forma en que se sortean las limitaciones prácticas y técnicas de un presupuesto pequeño tiene mucho que ver, no convirtiéndolo en limitaciones narrativas sino en aciertos. La prota es absolutamente adoptable.
Lo peor: Tendrá muchos detractores. No es la cinta que te haga olvidarte de lo malo que puede ser un found footage y el final pide a gritos un desarrollo más currado, pese a poner los pelos de punta.
Chicos, a mí me ha gustado mucho y desde luego la recomiendo para cualquiera de esas tardes en las que se duda qué ver. Merece, y mucho, la pena.
Damien Thorn. MUCHO MÁS EN NIDODECUERVOS
javieritos
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