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España España · Barcelona
Voto de SCuenca:
6
Drama Nuevas aventuras tanto personales como deportivas del boxeador Rocky Balboa, que en esta ocasión debe enfrentarse a un duro y frío boxeador soviético, llamado Ivan Drago. (FILMAFFINITY)
26 de octubre de 2010
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
No sé si seré yo que a lo mejor soy un tipo patriota (que raro, para alguien nacido en Cataluña eh), pero a mí esta cuarta entrega de "Rocky" (1976) no me ha parecido para nada peor que la anterior. Una película realizada en el periodo de la Guerra Fría con un alto contenido propagandístico en el que, como no, Estados Unidos y la URSS son las principales protagonistas.

Y para dejar claro que los soviéticos son los que siempre tocan las narices, serán los primeros en llamar a la puerta de Rocky (Sylvester Stallone) para ofrecerle un combate. Para ello, una compañía rusa la propondrá una pelea con Ivan Dragó (Dolph Lundgren), un joven boxeador que posé el record invicto de 100 victorias amateurs y que tratará de disputarle el título al Potro Italiano. Sin embargo, es Apollo Creed quien muestra interés en combatir con el púgil soviético, ya que acabará retándolo en un combate para así poder recuperar la imagen de campeón que antaño perdió.

Sylvester Stallone se mete en el papel de Rocky Balboa de nuevo, con una mentalidad más vengativa, agresiva y luchadora. Demostrando, que es el mejor boxeador de todos los tiempos. A pesar de que se echa en falta la humildad que caracterizaba Rocky, que lo convertía en un hombre cercano y con el que podías sentir cierta identificación, en esta nueva entrega y mejor que en ninguna de las anteriores, pose esa “mirada del tigre” en su estado puro cuando lucha con el púgil soviético. La otra cara de la moneda será Dolph Lundgren, quien da vida al soviético Ivan Dragó, un hombre de pocas palabras y de sangre fría. Es el prototipo de atleta perfecto creado por la URSS. Para conseguirlo, monitorean su rendimiento constante y le inyectan asteroides para potenciar aún más su fuerza, lo que da a entender de forma indirecta que la URSS para demostrar que eran los mejores, tenían que jugar sucio.

Aunque se echa mucho de menos como Rocky entrenaba en su barrio y como subía los escalones del museo de arte de Philadelphia a ritmo de Gonna Fly Now, el duro entrenamiento que realiza en las tierras soviéticas es digno de mención. Veremos a Rocky entrenar de una manera natural, pulsímetros que puedan medir su rendimiento bascular ni máquinas para correr, ya que las frías calles de la Unión Soviética se convertirán en su nuevo gimnasio en donde Rocky fortalecerá su cuerpo a base de coger piedras, troncos, arrastrar remolques o correr a bajas temperaturas.

Vince DiCola substituye a Bill Conti en el apartado musical, tras haberse hecho cargo de la BSO de las tres anteriores entregas. DiCola compone diez temas de los cuales destaca No Easy Way Out, un tema bastante comercial y que en la trama es utilizado para hacer recordar a Rocky sucesos anteriores ["Rocky II" (1979), "Rocky III" (1982)]. Así pues, como si de un videoclip se tratase, escucharemos la melodía a la vez que veremos imágenes pasadas de las anteriores entregas a modo de resumen.

(Sigue en el SPOILER sin desvelar detalles del argumento por falta de espacio)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
SCuenca
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