Media votos
5.8
Votos
2,391
Críticas
89
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Titacho:
10
7.2
73,058
Terror. Fantástico. Drama
Cuando lo desea, el vampiro Lestat convierte a sus víctimas en vampiros, concediéndoles así el don de la inmortalidad. A finales del siglo XVIII, Lestat convierte en vampiro a Louis de Pointe, un hombre desolado por la pérdida de su esposa y de su pequeña hija. Doscientos años más tarde, a finales del siglo XX, en San Francisco, Louis decide contar su historia, la historia de amor, terror y éxtasis de un vampiro, a un joven reportero, Daniel Malloy. (FILMAFFINITY) [+]
6 de mayo de 2018
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lujosa y soberbia adaptación de la novela de Anne Rice, que llegó en un momento en que las películas de vampiros parecían relegadas para siempre a la serie B y que relanzó (junto con el Drácula de Coppola), el género hasta el infinito y más allá. Desde entonces Hollywood se tomó en serio las pelis de vampiros…hasta que llegó “Crepúsculo”, claro.
Neil Jordan nos presenta una espectacular superproducción llena de estrellas en la que los vampiros no son sólo seres demoníacos que simplemente se dedican a chuparle la sangre a la gente como habíamos visto hasta entonces sino que tienen sus dudas filosóficas y no paran de preguntarse “¿quiénes somos y de dónde venimos?”. O sea, exactamente igual que los humanos pero sin envejecer, y siendo para siempre elegantes, refinados, atractivos y seductores. Así cualquiera tiene tiempo para ponerse a filosofar…
Todo el diseño de producción es simplemente magistral, la fotografía buenísima, la música perfecta para cada segundo del metraje, el vestuario te deja con la boca abierta en cada escena, y sobre todo, y por encima de todo, la cinta tiene los que posiblemente sean los mejores decorados de cine de los 90, de esos que ya no se hacen. En conjunto se crea una atmósfera genial que le va como un guante a la historia que nos quieren contar y la ambientación es perfecta en todas las épocas históricas por las que va pasando la película.
Brad Pitt y sobre todo Tom Cruise bordan sus papeles, pero es obligatorio resaltar la interpretación de una casi debutante Kristen Dunst (futura chica Spiderman, desde luego a esta muchacha le van los amores imposibles), que borda un dificilísimo papel de mujer condenada a vivir eternamente en un cuerpo de niña, en cada plano les roba protagonismo a sus compañeros adultos y se va haciendo un hueco como niña prodigio (y todo para que, una vez que se estrenó la peli, sus padres no le dejaran verla porque era muy violenta para su edad ja ja ja ja ja).
El guión da vueltas continuamente a las preocupaciones existenciales de unos vampiros snobs y decadentes, que se preguntan qué son, quién les ha hecho así y por qué. La naturaleza del vampiro y su origen están siempre sobrevolando todo el metraje de la película y acaban justificando su naturaleza asesina con frases como la que da título a esta crítica. Además el guión juega continuamente con un nada oculto rollito gay entre los protagonistas, el erotismo está siempre sobrevolando la historia y es ese deseo el motor de sus comportamientos.
(sigo sin spoilers en la zona spoiler)
Neil Jordan nos presenta una espectacular superproducción llena de estrellas en la que los vampiros no son sólo seres demoníacos que simplemente se dedican a chuparle la sangre a la gente como habíamos visto hasta entonces sino que tienen sus dudas filosóficas y no paran de preguntarse “¿quiénes somos y de dónde venimos?”. O sea, exactamente igual que los humanos pero sin envejecer, y siendo para siempre elegantes, refinados, atractivos y seductores. Así cualquiera tiene tiempo para ponerse a filosofar…
Todo el diseño de producción es simplemente magistral, la fotografía buenísima, la música perfecta para cada segundo del metraje, el vestuario te deja con la boca abierta en cada escena, y sobre todo, y por encima de todo, la cinta tiene los que posiblemente sean los mejores decorados de cine de los 90, de esos que ya no se hacen. En conjunto se crea una atmósfera genial que le va como un guante a la historia que nos quieren contar y la ambientación es perfecta en todas las épocas históricas por las que va pasando la película.
Brad Pitt y sobre todo Tom Cruise bordan sus papeles, pero es obligatorio resaltar la interpretación de una casi debutante Kristen Dunst (futura chica Spiderman, desde luego a esta muchacha le van los amores imposibles), que borda un dificilísimo papel de mujer condenada a vivir eternamente en un cuerpo de niña, en cada plano les roba protagonismo a sus compañeros adultos y se va haciendo un hueco como niña prodigio (y todo para que, una vez que se estrenó la peli, sus padres no le dejaran verla porque era muy violenta para su edad ja ja ja ja ja).
El guión da vueltas continuamente a las preocupaciones existenciales de unos vampiros snobs y decadentes, que se preguntan qué son, quién les ha hecho así y por qué. La naturaleza del vampiro y su origen están siempre sobrevolando todo el metraje de la película y acaban justificando su naturaleza asesina con frases como la que da título a esta crítica. Además el guión juega continuamente con un nada oculto rollito gay entre los protagonistas, el erotismo está siempre sobrevolando la historia y es ese deseo el motor de sus comportamientos.
(sigo sin spoilers en la zona spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Y casi al final de la película, como un regalo, nos muestran un precioso homenaje al cine: desde Nosferatu en blanco y negro hasta Supermán en color, el protagonista vuelve a ver sus añorados amaneceres. Sin embargo el director mete la pata cuando nos lo enseñan saliendo de una sala de ver “Conexión Tequila” porque es uno de los muchos gazapos de la película, la voz en off del personaje dice que era primavera de 1988 pero “Conexión Tequila” no se estrenó hasta finales de ese año.
Eso sí: “Entrevista con el vampiro” no es muy agradable de ver (esto para quien todavía no la haya visto). Sangre y más sangre, ruiditos asquerosos, ataúdes, gritos de “no quiero morir”, personajes mordiendo ratas vivas…¿pero qué esperas en una película de vampiros?. En su día hubo gente que se mareó en los cines, adolescentes vomitando, digestiones de palomitas arruinadas (todo ello por supuesto sirvió de publicidad gratuita), y sobre todo fue muy sonado el hecho de que Oprah Winfrey saliera de la premiere de la película incapaz de soportar aquello. Y con ese poco estómago ahora quiere ser presidenta de EEUU, manda cojones.
Es obligatorio comentar lo peor de la película: Antonio Banderas. Con lo contentos que estábamos en los 90 por habernos quitado de encima a uno de los peores actores que habíamos parido en este país y van los americanos y nos lo meten en “Entrevista con el vampiro”. El malagueño nos regala otro muestrario de sus interpretaciones de festival de fin de curso del cole, moviéndose e interpretando con unos gestos que dan vergüenza ajena y por si fuera poco se dobla a sí mismo en la versión castellana poniendo voz de muñeco Chucky susurrante (para dar más miedo, supongo), que por cierto es exactamente la misma voz que pone para autodoblarse como gato de “Shrek”, sólo que en este última ceceaba. Y lo malo es que ahora que ya no quieren a Banderas allí nos lo devuelven…buffff, lo que nos faltaba. En cualquier caso ni siquiera él consigue arruinar el espectáculo para los sentidos que es la película.
A la cinta le cayeron en su estreno críticas por todas partes, desde acusaciones de pedofilia hasta el haberse cargado el libro (cuando la propia Anne Rice se encargó de la adaptación, muy presionada por el director para eliminar personajes y cambiar tramas, eso sí). También tuvieron mucho eco en su día las movidas del rodaje: actores escondidos para mantener en secreto su caracterización (y, como siempre, para que nadie viera lo chiquitico que es Tom Cruise), Cruise eliminando del guión las buenas frases de Pitt para que no le hiciera sombra, Pitt queriendo abandonar el rodaje y no pudiendo hacerlo porque le obligaba el contrato, River Phoenix muerto de un cóctel de drogas a pocas semanas de empezar el rodaje y teniendo que ser sustituido a toda prisa por Slater, Anne Rice negándose a que Cruise hiciera el papel (luego rectificó), o las bofetadas entre cientos de actores para interpretar a Lestat (sonaron desde Sting hasta Daniel Day Lewis, pasando por Johnny Depp o el propio Antonio Banderas). Incluso se barajó la posibilidad de que el personaje de Louis fuera mujer y lo hiciera Cher. Virgen del amor hermoso, es increíble que la película llegara a hacerse y saliera así de bien.
En definitiva, y a pesar de todas las peripecias del rodaje y las críticas de su estreno, es una espectacular adaptación, con una soberbia puesta en escena y llena de imágenes de gran fuerza. Por cierto que años después tuvo una precuela absolutamente espantosa que vamos a fingir que nunca existió. Cómo pudo alguien permitir que se produjera “La reina de los condenados” y que se anunciara como algo lejanamente emparentado con “Entrevista con el vampiro” es algo que jamás entenderé, ni siquiera por las ansias de hacer caja.
Eso sí: “Entrevista con el vampiro” no es muy agradable de ver (esto para quien todavía no la haya visto). Sangre y más sangre, ruiditos asquerosos, ataúdes, gritos de “no quiero morir”, personajes mordiendo ratas vivas…¿pero qué esperas en una película de vampiros?. En su día hubo gente que se mareó en los cines, adolescentes vomitando, digestiones de palomitas arruinadas (todo ello por supuesto sirvió de publicidad gratuita), y sobre todo fue muy sonado el hecho de que Oprah Winfrey saliera de la premiere de la película incapaz de soportar aquello. Y con ese poco estómago ahora quiere ser presidenta de EEUU, manda cojones.
Es obligatorio comentar lo peor de la película: Antonio Banderas. Con lo contentos que estábamos en los 90 por habernos quitado de encima a uno de los peores actores que habíamos parido en este país y van los americanos y nos lo meten en “Entrevista con el vampiro”. El malagueño nos regala otro muestrario de sus interpretaciones de festival de fin de curso del cole, moviéndose e interpretando con unos gestos que dan vergüenza ajena y por si fuera poco se dobla a sí mismo en la versión castellana poniendo voz de muñeco Chucky susurrante (para dar más miedo, supongo), que por cierto es exactamente la misma voz que pone para autodoblarse como gato de “Shrek”, sólo que en este última ceceaba. Y lo malo es que ahora que ya no quieren a Banderas allí nos lo devuelven…buffff, lo que nos faltaba. En cualquier caso ni siquiera él consigue arruinar el espectáculo para los sentidos que es la película.
A la cinta le cayeron en su estreno críticas por todas partes, desde acusaciones de pedofilia hasta el haberse cargado el libro (cuando la propia Anne Rice se encargó de la adaptación, muy presionada por el director para eliminar personajes y cambiar tramas, eso sí). También tuvieron mucho eco en su día las movidas del rodaje: actores escondidos para mantener en secreto su caracterización (y, como siempre, para que nadie viera lo chiquitico que es Tom Cruise), Cruise eliminando del guión las buenas frases de Pitt para que no le hiciera sombra, Pitt queriendo abandonar el rodaje y no pudiendo hacerlo porque le obligaba el contrato, River Phoenix muerto de un cóctel de drogas a pocas semanas de empezar el rodaje y teniendo que ser sustituido a toda prisa por Slater, Anne Rice negándose a que Cruise hiciera el papel (luego rectificó), o las bofetadas entre cientos de actores para interpretar a Lestat (sonaron desde Sting hasta Daniel Day Lewis, pasando por Johnny Depp o el propio Antonio Banderas). Incluso se barajó la posibilidad de que el personaje de Louis fuera mujer y lo hiciera Cher. Virgen del amor hermoso, es increíble que la película llegara a hacerse y saliera así de bien.
En definitiva, y a pesar de todas las peripecias del rodaje y las críticas de su estreno, es una espectacular adaptación, con una soberbia puesta en escena y llena de imágenes de gran fuerza. Por cierto que años después tuvo una precuela absolutamente espantosa que vamos a fingir que nunca existió. Cómo pudo alguien permitir que se produjera “La reina de los condenados” y que se anunciara como algo lejanamente emparentado con “Entrevista con el vampiro” es algo que jamás entenderé, ni siquiera por las ansias de hacer caja.