Esta película ocupa el primer puesto de mi top 5 de Washington, junto con " Training day". No puedo elegir una de las dos. Me enganchó este John Creasey resignado, apático, con un pasado oscuro que solo podemos intuir por las conversaciones con su amigo y confesor Walken (muy buen trabajo de él también), que le aconseja aceptar el trabajo de guardaespaldas de una niña de familia rica en Mexico.

Me gusta todo: los padres ( jamás habría pensado en Marc Anthony, y menos que me gustaría su interpretación; de Mitchell no hay quejas), cómo se presenta a cada uno de ellos y la pareja que intenta ayudarle (bien interpretada). Y Fanning, claro. Cómo se va forjando la complicidad entre ambos, la relación. El guardaespaldas destructivo y bebedor y la niña que lo toma por un gran osito triste. La creencia en una redención que parecía imposible. La esperanza.

Y entonces se la quitan. Aquí empieza la parte de acción de la película. Los responsables van a sentir en sus carnes, literalmente, por qué Creasey estaba tan traumatizado. Todos. Cualquiera que tenga algo que ver, que saque provecho o le mire mal. El resto descúbranlo ustedes mismos.

En américa latina hay un secuestro cada 60 minutos. El 72 por ciento de las víctimas no sobrevive.