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Voto de javi_neo:
6
5.9
9,746
Thriller. Intriga
Henry (Ryan Gosling), un joven mentalmente perturbado, le anuncia a Sam Forster, su psiquiatra (Ewan McGregor), que piensa suicidarse en un plazo de tres días, cosa que el psiquiatra intentará evitar. Por otra parte, Henry se dedica a enturbiar la relación de Sam con su novia Lila (Naomi Watts), pintora y antigua paciente suya. Poco a poco, la sólida y racional mente de Sam empieza a tambalearse. Sometido a situaciones cada vez más ... [+]
14 de abril de 2007
67 de 82 usuarios han encontrado esta crítica útil
Son demasiado obvias las influencias de la obra de David Lynch en esta película de Marc Forster. No obstante, aquí el resultado final está muy por debajo del nivel del maestro Lynch. Marc Forster copia ideas de Lost Highway y Mulholland Drive, las reacciones psicológicas del ser humano ante situaciones traumáticas, la posibilidad de varias realidades paralelas, la confusión de identidades, el (des)orden de los acontecimientos... Aunque, todo esto no es exclusivo de Lynch, ni lo ha patentado como algo propio; sino que se trata de una serie de elementos que cualquier director de cine puede incluir en sus films con total libertad.
Por lo demás, Marc Forster se aleja mucho del estilo de Lynch precisamente en eso, en el estilo. Y es que, Lynch sólo hay uno, y eso se nota principalmente en el estilo narrativo y en la factura de la dirección, muy correcta en el caso de Tránsito, pero aun así está a años luz de las obras de arte que Lynch suele realizar.
También se pierden por el camino otras características básicas de este tipo de cine: lo bizarro y lo surrealista. Es evidente que Marc Forster pretende copiar a Lynch también en esto, pero las escenas supuestamente surrealistas se queden en escenas simplemente raras y carentes de encanto. Por otro lado, me da la sensación de que Tránsito es una película muy calculada, quizás en exceso, lo cual me hace llegar a la conclusión de que su director desconoce que la mejor manera de “jugar a ser Lynch” es dejarse llevar por la intuición, y Tránsito es cualquier cosa menos intuitiva.
Por lo demás, Marc Forster se aleja mucho del estilo de Lynch precisamente en eso, en el estilo. Y es que, Lynch sólo hay uno, y eso se nota principalmente en el estilo narrativo y en la factura de la dirección, muy correcta en el caso de Tránsito, pero aun así está a años luz de las obras de arte que Lynch suele realizar.
También se pierden por el camino otras características básicas de este tipo de cine: lo bizarro y lo surrealista. Es evidente que Marc Forster pretende copiar a Lynch también en esto, pero las escenas supuestamente surrealistas se queden en escenas simplemente raras y carentes de encanto. Por otro lado, me da la sensación de que Tránsito es una película muy calculada, quizás en exceso, lo cual me hace llegar a la conclusión de que su director desconoce que la mejor manera de “jugar a ser Lynch” es dejarse llevar por la intuición, y Tránsito es cualquier cosa menos intuitiva.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
En todo momento va dejando pistas de que lo que vemos, o es un sueño o de alguna manera está en la mente de uno de los dos personajes principales. Esos déjà vu y demás desajustes temporales, las escenas raras, el hecho de que nadie les vea hablando juntos... todo esto nos va indicando por dónde pueden ir los tiros. En varias escenas observaréis que aparecen grupos de dos o tres personas idénticas y vestidas también de idéntica manera. Esto es algo que ocurre igualmente en los videojuegos, en los que se repiten las mismas figuras de personajes (normalmente figurantes) o los mismos escenarios, porque no suele haber memoria ni capacidad suficiente para crear caracteres y entornos ilimitados. Pues bien, esta es otra pista que nos deja el director. Pero la pista más evidente y descarada es la cita de La interpretación de los sueños de Freud que le cuenta el ajedrecista ciego/padre de Henry (Bob Hoskins) a Sam. Se trata de un pasaje muy típico de Sigmund Freud que ha sido mil veces interpretado por psicoanalistas para tratar de arrojar luz sobre el tema de los sueños dentro de los sueños o, también, sobre el solapamiento entre dos sistemas: el consciente y el inconsciente.
En fin, que en Tránsito hay muchas pistas y alguna que otra metáfora, en las que Marc Foster se toma excesivas licencias (el Peep-Show representaría algo así como la memoria de Henry). En cualquier caso, al final de la película nos lo aclaran todo: Henry tiene un accidente de tráfico en el que sus padres y su novia mueren en el acto. Él queda gravemente herido, tendido sobre el asfalto. Ewan McGregor (que es médico, sin especificar si es psiquiatra o no) está en la escena del accidente y trata de socorrer a Henry. Ahí aparece también Naomi Watts que es enfermera (no profesora de arte). Los dos hacen todo lo posible para salvar la vida del muchacho, pero la ambulancia tarda mucho en llegar y finalmente acaba muriendo. Total, que lo que hemos estado viendo a lo largo de toda la película sucede dentro de la mente de Henry, que crea una realidad alternativa, buscando una vía de escape. Aun así, en esa otra realidad imaginaria, sufre interferencias de su subconsciente, sabe que ha hecho algo malo, que necesita ser perdonado, sus padres han muerto y él cree tener la culpa. Las demás personas que se hallan presentes en la escena del crimen también aparecen dentro de su delirio: el niño con su mamá preguntando si ese señor se va a morir; el anciano ese que suelta una frase a todas luces pesimista y profética que luego verá repetida en su mente (cuando está viendo las morsas en el acuario y aparece una pareja de ancianos que le hacen una foto), etc. Lo dicho, el final es demasiado explícito y aun con todo deja varios cabos por atar. La confusión de identidades entre Henry y Sam se muestra de manera sumamente torpe y muy poco acertada (aquí se copia descaradamente de Lost Highway), pero de vez en cuando está bien ver películas como Tránsito.
En fin, que en Tránsito hay muchas pistas y alguna que otra metáfora, en las que Marc Foster se toma excesivas licencias (el Peep-Show representaría algo así como la memoria de Henry). En cualquier caso, al final de la película nos lo aclaran todo: Henry tiene un accidente de tráfico en el que sus padres y su novia mueren en el acto. Él queda gravemente herido, tendido sobre el asfalto. Ewan McGregor (que es médico, sin especificar si es psiquiatra o no) está en la escena del accidente y trata de socorrer a Henry. Ahí aparece también Naomi Watts que es enfermera (no profesora de arte). Los dos hacen todo lo posible para salvar la vida del muchacho, pero la ambulancia tarda mucho en llegar y finalmente acaba muriendo. Total, que lo que hemos estado viendo a lo largo de toda la película sucede dentro de la mente de Henry, que crea una realidad alternativa, buscando una vía de escape. Aun así, en esa otra realidad imaginaria, sufre interferencias de su subconsciente, sabe que ha hecho algo malo, que necesita ser perdonado, sus padres han muerto y él cree tener la culpa. Las demás personas que se hallan presentes en la escena del crimen también aparecen dentro de su delirio: el niño con su mamá preguntando si ese señor se va a morir; el anciano ese que suelta una frase a todas luces pesimista y profética que luego verá repetida en su mente (cuando está viendo las morsas en el acuario y aparece una pareja de ancianos que le hacen una foto), etc. Lo dicho, el final es demasiado explícito y aun con todo deja varios cabos por atar. La confusión de identidades entre Henry y Sam se muestra de manera sumamente torpe y muy poco acertada (aquí se copia descaradamente de Lost Highway), pero de vez en cuando está bien ver películas como Tránsito.