Este excelente film refleja como ningún otro los sentimientos de aislamiento y soledad del personaje principal: un director de serie b homosexual venido a menos.

El retrado psicológico de los personajes es fascinante y, a mi juicio, resulta bastante creíble.

La interpretación de Ian McKellen sencillamente magistral, toda una lección de buen hacer actoral.

Realmente memorable y con unos momentos de profundidad psicológica espléndidos y de gran nivel.