Estas películas no pretenden más que entretener; pero tenemos una serie de críticos que siempre pretenden encontrar un cine de culto.
Pues señores críticos ácidos les confieso que me he divertido pese a muchas tontadas, o quizás por eso.
Las películas tramposas como ésta, inverosímiles son exactamente eso: Y por eso hay que dejar al cerebro de culto que descanse un rato hasta que termine la película y nuestro hipotálamo se habrá entretenido y el tálamo descansado.
La recomiendo para quien no tenga prejuicios diletantes de erudito cinematográfico.
Hopkins bien como siempre; pero me molesta su palillo en la boca.