Judd Apatow nos presenta de nuevo una situación amorosa, a ratos cómica y a ratos romántica. Con un argumento base simple y plano donde los haya, lo importante, destacable y que te hace disfrutar de esta serie son los personajes, principales y secundarios.

Las interpretaciones están bordadas y aportan grandes cantidades de humor y vigor a una serie que por otro lado peca de lentitud al carecer de un marco argumental más profundo. Algo que se materializa en la breve longevidad de la serie.

Es una divertida apuesta de Netflix que logra captar al espectador pero no cautivarlo.