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Voto de Toribio Tarifa:
6
Cine negro. Drama. Romance De una clínica psiquiátrica en París, escapa un paciente conocido como Ward Andrews, de quien el médico que lo trata dice que padece de paranoia y que puede ser muy violento ante cualquier contradicción que se le presente en la vida. Luego, un hombre llamado Philip Monrell (Robert Montgomery), llegará hasta la casa de su madre en Londres en compañía del ingeniero Ward Andrews (George Sanders), y al conocer a Stella (Ingrid Bergman), la ... [+]
18 de enero de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película empieza por colocarse bajo la advocación de una cita de Milton “No conoce el cielo furia como la del amor en odio transformado”. Y podríamos decir que con ello ya está todo dicho.
Esta película, producida en 1941, se suma a la larga serie de filmes cuyo argumento se desarrolla en torno a la enfermedad mental, la psiquiatría, los enfermos y las instituciones que los acogen: “Recuerda”, de Hitchcock, “Niebla en el pasado”, de Le Roy, “Marnie”, también de Hitchcock, “Luz que agoniza”, de Cukor, la misma “Rebeca”, etc. etcétera. Los años 40 y 50 vieron exprimir las teorías freudianas hasta extremos excesivos, cayendo muchas veces en el ridículo. “Recuerda”, sin ir más lejos, da un poco de alipori vista con la perspectiva de los años. Otras se salvan por el carisma de sus actores e incluso por sus propios excesos de guión, como podría ser el caso de “Vorágine”, de Otto Preminger, donde Gene Tierney, José Ferrer y Richard Conte componen un trío de lo más apañado.
“Alma en la sombra” cuenta con la presencia de Ingrid Bergman -que parece estar abonada durante estos años a películas de estas características- Robert Montgomery, un excelente actor y director que quizá convendría reivindicar y repasar su filmografía, y, finalmente, el no menos excelente George Sanders, perejil de muchas y sabrosas salsas. La película se deja ver sin aburrir en ningún momento, pese a la previsibilidad de su desarrollo y más desde el momento que se ha leído al principio la cita de Milton. Pero, vaya, se puede recomendar sin entusiasmo y reconociendo que si no se ve no pasa absolutamente nada.
Toribio Tarifa
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