Resulta placentero observar a Nicolo Bussotti, magnífico artesano de la madera y las cuerdas; esmerado a la vez que meticuloso productor de instrumentos. Un gozo contemplar la delicadeza del maestro artesano, aplicando el barniz rojo que otorgará nombre a su último y más grandioso ingenio, dando como resultado, una obra maestra de la Edad de Oro italiana.

El taller donde el luthier crea, ofrece una ambientación escenográfica extremadamente cuidada en todos sus detalles: las ventanas ensambladas con varillas de plomo tornasoladas; policromías en las paredes, el regio atrezo... podría pensarse que no era una obra de ficción, y nos hallásemos en la Italia del siglo XVII.

Los saltos en el tiempo, no son impedimento para que disfrutemos de una cuidada producción en todos sus detalles.