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España España · Madrid
Voto de Luth:
9
Serie de TV. Thriller. Drama Serie de TV (2008-2013). 5 temporadas. 62 episodios. Tras cumplir 50 años, Walter White (Bryan Cranston), un profesor de química de un instituto de Albuquerque, Nuevo México, se entera de que tiene un cáncer de pulmón incurable. Casado con Skyler (Anna Gunn) y con un hijo discapacitado (RJ Mitte), la brutal noticia lo impulsa a dar un drástico cambio a su vida: decide, con la ayuda de un antiguo alumno (Aaron Paul), fabricar anfetaminas ... [+]
29 de mayo de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 2008 Vince Gilligan da a luz una de las series más emblemáticas y reconocidas del espectro televisivo, Breaking Bad, protagonizada por Bryan Cranston, Aaron Paul, Anna Gunn, Dean Norris y Betsy Brandt, entre otros.

No es una serie cualquiera. Está hecha de otra pasta. Como de costumbre, cuando algo nos resulta brillante es porque aporta cosas positivas, novedosas o porque simplemente tiene inspiración y talento. Breaking Bad tiene todo eso.
Lo primero que llama la atención es lo bien trabajada que está la historia narrada. El profesor de instituto de secundaria estadounidense Walter White (Walt, para los amigos) es un hombre con una trágica situación personal, enfermo de cáncer, con un hijo adolescente con discapacidad, una esposa adorable embarazada pero sin haberlo buscado y problemas de reconocimiento profesional (sus compañeros de promoción tienen mucho más prestigio social y laboral, no olvidemos que en EE.UU. estos valores son fundamentales en el éxito personal).
La fatídica enfermedad condiciona todo el argumento pues Walt, hombre de profunda responsabilidad personal y familiar, no ve otra salida que meterse de lleno en el oscuro mundo del tráfico de drogas, mundo que no conoce en absoluto y que entrañará aún mayores problemas que los que ya tiene pues se ve necesitado de grandes cantidades de dinero, una vez que vislumbra a su familia desprotegida tras su previsible fallecimiento.

La química será uno de los elementos clave para la historia (incluso los títulos de crédito presentan los nombres de los protagonistas de la serie resaltando algunas letras de sus nombres en alusión a los elementos de la Tabla Periódica, N de nitrógeno, H de hidrógeno, etc).
El profesor de química se unirá a un antiguo alumno, Jesse Pinkmann (Aaron Paul) que se dedica a este turbio mundillo del menudeo (es también consumidor habitual) para "cocinar" gracias a sus conocimientos técnicos las metanfetaminas ("cristal" en argot) que luego intentarán vender para sacar dinero.
Por supuesto, esta práctica ilegal les sumergirá en una turbulenta y peligrosa aventura en el mundo de la delincuencia donde se toparán con personajes "profesionales" violentos y crueles que pondrán sus vidas al limite.

Los conocimientos científicos de White servirán también para numerosas tretas de supervivencia ante las situaciones límite que sufrirán, desde idear algún compuesto explosivo si se ven expuestos a ser asesinados hasta intentar envenenar al psicópata gánster latino Tuco con unas semillas tóxicas tratadas químicamente para que se asemejen a la propia droga que consume dicho personaje.

Por si fuera poco, Walt tiene en su propia familia la ayuda y la vulnerabilidad de tener un cuñado, Hank Schrader (Dean Norris) que es policía y casualmente está especializado en el mundo de las drogas. Otro gran acierto de la versión española es que en el doblaje, Norris tiene la misma voz que Homer Simpson con quien comparte, no solo físico, sino también algunos rasgos de carácter (por momentos, parece bobo e inmaduro aunque es indudable su perspicacia e instinto policial).

Lo más hermoso de esta enérgica y envolvente historia es que huye constantemente de cualquier semejanza con el cine convencional. Aquí las cosas no salen como deben salir, en ningún sentido. No hay romanticismo, ni ganan los buenos y pierden los malos. No hay policías heroicos ni Walter lo es. Por el contrario, Walt es contradictorio, complejo, inseguro y seguro por momentos y las cosas salen bien o mal como en la vida misma: sin nuestro control, sin que suceda lo que esperábamos. La ficción supera a la realidad.

A mí me recuerda lejanamente Quiero la cabeza de Alfredo García (Sam Peckinpah), impresionante película de perdedores y su sufrida lucha por sobrevivir en un hábitat de delincuentes. Aquí también la historia surge sola, como si no la hubieran guionizado, como si fuera la propia vida real.

También hay pinceladas de humor negro y toques de guion que me recuerdan a los Coen. Irresistible, como no podía ser de otro modo.


En resumen, estamos ante una de las mejores series de todos los tiempos. Llega al corazón, engancha y además es pedagógica.

Absolutamente recomendable.
Luth
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