Se trata de un remake del clásico "Flor de cactus"; el cual no he visto y por consiguiente no puedo hacer ninguna comparación. Un remake que me imagino tendrá ciertas modificaciones adaptándolo a la época actual; y por consiguiente al humor y preferencias del público de hoy en día.
La verdad es que no tenía mucho conocimiento de este film; me sonaba haber visto alguna publicidad en televisión; pero no había oído a nadie hablar de ella, ni había leído nada de ella. Así que no tenía muchas esperanzas sobre lo que me iba a encontrar.
Ahora que la he visto tengo que decir que es la típica comedia de Adam Sandler donde él realiza nuevamente un personaje similar al de otras de sus películas. Una comedia que cuenta con escenas realmente divertidas junto con otras que no consiguen convencer.
Es un film perfecto para una tarde en la que no quieres pensar en nada y solo quieres estar en modo off frente a la televisión. Es perfecta para desconectar y reírse de momentos bien hilados.
Aun así, aunque cuente con esos momentos con los que funciona; hay que decir que el film es totalmente predecible desde el minuto uno; y eso hace que en muchas ocasiones todo deje de tener un poco de interés ya que se sabe en todo momento como va a acabar.
Adam Sandler vuelve a estar divertido en su papel, regalando ese personaje que tan bien se le da interpretar de un hombre adulto pero con mucha esencia de niño. Un hombre con un poco del síndrome de Peter Pan; ya que se ha quedado anclado en la adolescencia.
Junto a él una divertida Jennifer Aniston que borda siempre sus papeles en las comedias ligeras. Y hay que decir que sorprende ver en esta película a Nicole Kidman. Ella es una actriz que nunca hubiera pensado que actuaría en una comedia de Adam Sandler; pero aquí está. Ella interpreta a un personaje secundario pero que funciona bien y que es muy divertido.
En fin, "Sígueme el rollo" es una comedia que es curiosa para verla alguna vez pero que resulta más de lo mismo de otras tantas que se han visto. Aun así, hay que reconocer que cuenta con momentos muy efectivos con los que uno no puede evitar reírse.