Hasta hace un tiempo, luego de ver Impacto súbito, para mí ver acercarse a Harry a la cámara era como ver avecinarse el apocalipsis con todos sus colores. Dicen que Harry el ejecutor es la más floja, pero considero que es superior a Impacto súbito, por varios aspectos. Uno de ellos es el guión: si bien es cierto que las películas de acción por lo general conllevan guiones infantiles (esta no es la excepción), también es cierto que en este caso la historia nunca se aleja de la trama principal. Comparándola nuevamente con la cuarta entrega veo un aliciente que aquella no tenía. Es más "madura", por decirlo de algún modo, por el hecho de incorporar elementos políticos mezclados con las ensaladas con policías y ladrones propias de Eastwood.

Su personaje sigue siendo el mismo, aunque lo noto más "justo" que en otras ocasiones en donde podía apelar a la corrupción sin despeinarse. Por otro lado, la intervención de su nueva compañera lo deja más flexible al duro de Harry. Pero las apariencias engañan: detrás de esa aparente autoridad femenina se siguen escondiendo los mismos principios machistas de siempre: relegada a un segundo lugar eterno, el personaje interpretado por Daly nunca deja de ser un anexo que sirve como contraposición a la valentía y al poder de Harry. El desenlace, que fluctúa con el melodrama, así lo confirman.

Sin embargo, y a pesar de haberle dado un seis con todas las letras, la tetralogía de Harry me sigue pareciendo menor en tanto producto cinematográfico. Me sabe a epidodios televisivos divididos en segmentos bien diferenciados. La simpleza de sus tramas la hacen siempre pasable, pero por otro lado es esa misma simpleza la que no me deja verla con otros ojos. Como si fueran la frutilla de un postre mayor que nunca apareció.