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Voto de Juan Rúas:
5
2022
Rebecca Sonnenshine (Creadora), Rebecca Thomas ...
6.2
4,347
Serie de TV. Terror. Drama
Serie de TV (2022). 1 temporada. 8 episodios. Mientras restaura unas cintas de vídeo dañadas, un archivista se ve envuelto en una misteriosa trama relacionada con la directora desaparecida y una secta demoniaca. (FILMAFFINITY)
Cancelada tras su primera temporada.
Cancelada tras su primera temporada.
16 de enero de 2022
52 de 78 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las principales características de Archivo 81 es su afán por el riesgo. Literalmente, se echa mano de varias ideas (sectas, portales interdimensionales, horror cósmico, sueños lúcidos) y se busca construir una trama que las contenga de manera consistente. Difícil negar que, ante semejante desafío, la serie se sostiene de manera efectiva, hasta elegante, haciendo de la prolijidad su especial virtud. La organización de la estructura principal permite que las ideas superpuestas se fusionen armónicamente, sin que el espectador se maree ante semejante ensalada.
El narrador, o la cámara, resultan más discutibles: el guión opta por fluctuar entre el narrador/cámara testigo y el modo omnisciente. En parte, se justifica, porque estar pendientes todo el tiempo de una cámara portátil puede cansar más pronto que tarde. Modos similares, como la Bruja de blair, entre otros, cuentan con un tiempo reducido de metraje. Llevar este modelo a una serie hubiera sido un suicidio para la paciencia del espectador. Sin embargo, en determinados momentos el cambio de narrador/cámara suena en extremo arbitrario. Funcional a las exigencias del guión, pero perdiendo lógica interna dentro de la trama.
De todas formas, estas deficiencias técnicas pueden perdonarse. Lo que no puede perdonarse es ese desenlace... a spoilers.
El narrador, o la cámara, resultan más discutibles: el guión opta por fluctuar entre el narrador/cámara testigo y el modo omnisciente. En parte, se justifica, porque estar pendientes todo el tiempo de una cámara portátil puede cansar más pronto que tarde. Modos similares, como la Bruja de blair, entre otros, cuentan con un tiempo reducido de metraje. Llevar este modelo a una serie hubiera sido un suicidio para la paciencia del espectador. Sin embargo, en determinados momentos el cambio de narrador/cámara suena en extremo arbitrario. Funcional a las exigencias del guión, pero perdiendo lógica interna dentro de la trama.
De todas formas, estas deficiencias técnicas pueden perdonarse. Lo que no puede perdonarse es ese desenlace... a spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La serie dura 8 episodios. Durante siete episodios podemos ver como la trama principal nos va develando el interés de varios grupos, en distintos momentos históricos, por invocar una entidad interdimensional. Un nuevo Dios, por decirlo de alguna manera. Estos planos se fusionan dejando un limbo temporal en donde varias personas quedan atrapadas.
Aquí la trama principal abre paso a una sub trama específica: una madre buscando a su hija atrapada para traerla de vuelta. El problema, menudo problema, es que el desenlace bastardea una historia cuya columna vertebral SIEMPRE fue por otro lado. Y esa entidad, dios o lo que sea, termina por no importar en lo absoluto a efectos prácticos.
Este redireccionamiento forzado de la historia queda plantado como un árbol en el desierto. Se nota demasiado. Se nota demasiado que la historia no era ESA. Las razones de esta decisión final (¿las nuevas leyes de la industria cultural?) más bien importan poco. Importa que se nota cuando alguien mete mano en una historia que pide a gritos otro desenlace.
Y ese prota atrapado, cual sacrificio, en 1994...quizás sirva para direccionar de vuelta este truño que deja la primera temporada.
Aquí la trama principal abre paso a una sub trama específica: una madre buscando a su hija atrapada para traerla de vuelta. El problema, menudo problema, es que el desenlace bastardea una historia cuya columna vertebral SIEMPRE fue por otro lado. Y esa entidad, dios o lo que sea, termina por no importar en lo absoluto a efectos prácticos.
Este redireccionamiento forzado de la historia queda plantado como un árbol en el desierto. Se nota demasiado. Se nota demasiado que la historia no era ESA. Las razones de esta decisión final (¿las nuevas leyes de la industria cultural?) más bien importan poco. Importa que se nota cuando alguien mete mano en una historia que pide a gritos otro desenlace.
Y ese prota atrapado, cual sacrificio, en 1994...quizás sirva para direccionar de vuelta este truño que deja la primera temporada.