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Voto de Redrum:
8
Drama Randy "The Ram" Robinson (Mickey Rourke) es un luchador profesional de wrestling que, tras haber sido una estrella en la década de los ochenta, trata de continuar su carrera en el circuito independiente, combatiendo en cuadriláteros de tercera categoría. Cuando se da cuenta de que los brutales golpes que ha recibido a lo largo de su carrera le empiezan a pasar factura, decide poner un poco de orden en su vida: intenta acercarse a ... [+]
30 de agosto de 2009
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cámara con planos de fotografías de prensa de los tiempos de gloria de Randy “The Ram” Robison, con la contagiosa música de fondo de Metal Heath de Quiet Riot; pasa paulatinamente a un travelling hacia el abismo de nuestro antihéroe encarnado por un envejecido Mickey Rourke. Un papel que sólo era para él, recordando que años atrás el actor dejara definitivamente su carrera en el cine, para dedicarla por completo al boxeo. Rourke casi rechaza el papel, por el simple hecho que lo representaba plenamente, reflejaba su estado anímico y su propia decadencia como actor. De todas formas acepto el desafío y por cierto el premio oscar le fue esquivo. Como siempre la academia se equivoca una vez más, la verdad es que hace tiempo que ya no es un precedente para apreciar la real calidad del cine y lo que el público prefiere. Lo de este año fue una vergüenza, (8 oscar para Slumdog Millionaire) la entrega de premios fue más arreglada que mesa de cumpleaños, sin comentarios.

No tiene necesidad de presentación

De lleno en el film, nos encontramos con el material más honesto y real de Darren Aronofsky. La cámara a ras de suelo, nos comienza a relatar la decadencia en que se encuentra el protagonista. Ya han pasado 20 años de la época dorada de la lucha libre en EE.UU, donde el “El Carnero” era uno de sus mayores ídolos y representaba el sueño americano de aquellos años de glamour. Ahora las viejas glorias terminaron para “Randy” y sólo le quedan algunas peleas de exhibición, tan mal pagadas que ni siquiera le alcanzan para pagar el arriendo de su hogar. Sin embargo “El Carnero” aún es reconocido y respetado por sus pares y por algunos seguidores que aún lo apoyan y le piden algunos autógrafos. En este sentido Aronofsky no sólo nos muestra el miedo a envejecer (o a retirarse o jubilar) sino que describe con precisión un submundo de compañerismo masculino —el de Randy— que queda capturado insisto con total honestidad y sin ningún tipo de condescendencia. La mayoría son veteranos de la lucha libre, pero siguen realizan dignamente lo que más saben hacer y de premio reciben el aplauso y el respeto de sus fieles seguidores los cuales para muchos son su única familia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Redrum
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